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Catedral de Colonia

Publicado por A. Cerra
Catedral de Colonia

Catedral de Colonia

La Catedral de Colonia es la más grande de Alemania, y sus dos torres alcanzan una altura de 157 metros, por lo que solo son superadas por la de la Catedral de Ulm. Pero independientemente de por sus grandiosas dimensiones, la Catedral de Colonia merece mencionarse ya que es una de las más espléndidas obras de la arquitectura gótica.

Pero antes de que se construyera este templo, el solar ya era un recinto sagrado que acogía la antigua catedral, el lugar donde por cierto se guardaba el Relicario de los Reyes Magos, un objeto digno de peregrinación constante que se sigue manteniendo en la actualidad en el templo.

En parte debido a esa gran afluencia de peregrinos, a mediados del siglo XIII el arzobispo Konrad de Hochstade decide levantar un nuevo templo. Era el año 1248, cuando se puso la primera piedra, pero la Catedral con sus dos torres no estuvo completamente acabada hasta finales del siglo XIX, concretamente en 1880.

Si bien, durante esos más de seis siglos de obras, evidentemente la iglesia ha estado abierta al público, ya que fue consagrada en 1322 cuando ya se habían terminado las capillas y el coro mayor. Y además ha albergado importantes obras de arte y de culto además del Relicario de los Reyes Magos. También aquí se ha venerado el Crucifijo de Gero o el Tríptico que realizó el importante pintor alemán Stephan Locher, al cual tanto admiró después Albert Durero.

Pero además del arte mueble de carácter sacro que guarda en su interior, en realidad todo el templo es como un inmenso joyero de piedra labrada con las formas más emblemáticas del arte Gótico. Es decir, todo construido a base de arcos apuntados y bóvedas de crucería sobre esbeltos pilares con columnas adosadas. Por cierto, para hacerse una idea sobre las dimensiones de esta monumental iglesia basta el dato de que para sostener su abovedamiento hay más de 100 pilares.

No es extraño que en la actualidad sea el monumento más visitado de toda Alemania, ya que es como un gran libro de arquitectura medieval donde ver todo el repertorio de escultura, vidrieras miniadas, juegos de arbotantes y pináculos, o portadas labradas con imágenes bíblicas. Sin duda, es un edificio merecedor del galardón de Patrimonio Mundial de la Humanidad.

A lo cual se le suma el valor afectivo de los vecinos de Colonia, y en general de toda Alemania. Ya que pese a su imponente volumen en el casco antiguo de la ciudad, el templo no sufrió daños irreparables durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, cuando Colonia quedó prácticamente devastada y en ruinas.