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Murallas romanas de Lugo

Publicado por A. Cerra

Muralla romana de Lugo

En la ciudad española de Lugo se conserva el conjunto defensivo mejor conservado y más amplio de todos los que construyeron los romanos en sus muchas colonias. Unas murallas que encerraban la antigua población de Lucus Augusti fundada en el año 13 a. C, en tiempos de emperador César Augusto. Si bien las murallas aun tardaría un tiempo en construirse tal y como las conocemos, ya que son de época de la Hispania del Bajo Imperio, a finales del siglo II. Y sorprendentemente aquella obra ha llegado prácticamente intacta hasta nuestros días y en su interior sigue protegiendo las calles de la actual ciudad gallega de Lugo.

En total son más de 2 kilómetros de murallas, a lo largo de los cuales hay hasta 85 torreones. Un amurallamiento que a su vez posee 10 puertas (5 de época romana y otras cinco que se abrieron posteriormente). Y además tiene un paseo de ronda sobre las propias murallas. Un paseo que originalmente sería una vía de uso militar, pero que sin embargo en la actualidad es un paseo para toda la población y sus visitantes, y recorrerlo es la mejor forma para apreciar la robustez de esta increíble obra arquitectónica.

Paseo de ronda de las Murallas de Lugo

Tan impresionante que está catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, e incluso está hermanada con la Gran Muralla China.

Estamos ante una obra de gran categoría e incluso sabemos que se construyó siguiendo las instrucciones del reputado ingeniero romano Vitrubio. Sus dimensiones son más que respetables, ya que aunque haya tramos en los que las murallas alcanzan una anchura de 7 metros, jamás llegan a ser anchuras inferiores a los 4. Y a eso hay que sumarle las torres que en algunos casos superan los 12 metros de altura.

Es curioso saber que cuando se construyó semejante obra, el trazado protegía ciertas áreas deshabitadas, y por el contrario había zonas habitadas y residenciales que quedaron excluidas de su protección. La explicación a ciencia cierta nadie la sabe, pero el hecho es que se optó por una muralla que aunque adaptada a una orografía irregular, tiene un trazado prácticamente cuadrangular, aunque los vértices están suavizados.

Como es de imaginar, toda ella supuso el movimiento de una cantidad ingente de materiales y se recurrió a los propios de la zona. Es decir, está construida con pizarra para la parte exterior de los muros que hacen una especie de sándwich que está relleno de tierra, piedras y guijarros tan solo cimentados con la humedad del agua. Y en el caso de los ángulos de las torres o en los remates de las puertas se utilizó la dureza de las piedras de granito.