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Palacio de Wurzburgo

Publicado por Laura Prieto Fernández

La residencia de Wurzburgo o Palacio de Wurzburgo es uno de los palacios más opulentos que se han levantado en Europa y que pertenece al estilo barroco. En su disposición se pueden observar las influencias de las variantes estilísticas propias de cada país, así su planta nos remite a la arquitectura francesa del siglo XVII y XVIII mientras que las formas neoclásicas remiten a la influencia de la arquitectura vienesa.

En 1719 el obispo de Wurzburgo, Johann Philip Franz de Schönborn, encargó al arquitecto Balthasar Neuman la construcción de una lujosa residencia que reflejara el poder del obispado. Neuman se convirtió en una de las figuras arquitectónicas más relevantes del estilo barroco alemán aunque en realidad, no fuera elegido desde el inicio de la construcción como maestro de obra principal. En un primer momento, el obispo Schönborn eligió como maestros a Maximilian von Welsch y Johann Dientzenhofer; Neuman fue elegido como ayudante de éste segundo maestro pero en poco tiempo demostró tanto su valía que terminó por ser el primer maestro.

El mecenas falleció tan sólo cuatro años después de que se iniciasen las obras por lo que no pudo ver finalizada su construcción. Su hermano, el obispo Friedrich Carl von Schönborn continuó con la construcción hasta que las obras terminaron en 1744.

Residenz_Wuerzburg_Vorderan

Se trata de una estructura con planta en forma de U, que sigue el mismo modelo del Palacio de Versalles. Neuman realizó una síntesis de diferentes proyectos que sus subalternos le presentaron, pero quizás el más destacable de todos fuese el proyecto presentado por Lucas de Hildebrandt en el que el artista se inspiró. El palacio ocupa una parcela de más de ciento cincuenta metros de largo por cien metros de ancho y se levanta en tres plantas sucesivamente.

En el interior del palacio se levanta una hermosa capilla privada destinada al uso privado de los obispos. Es un espacio estrecho pero profusamente decorado y en el que destacan los mármoles rosáceos y los dorados que cubren cada uno de los elementos sustentantes y enmarcaran las reducidas dimensiones. La sala del emperador o la galería de los espejos son dos espacios diseñados por el propio Neuman y que representan a la perfección la estética imperante en la Alemania barroca.

En el interior se aprecia una exquisita decoración que se puede clasificar en tres épocas diferentes: los primeros procesos decorativos se llevaron a cabo bajo las directrices del segundo comitente pero será el sucesor de éste Greiffenklaus quien encargue las pinturas más famosas realizadas en estilo Rococó. Los siguientes trabajos decorativos recuperaron una estética más sencilla que se conoce como estilo Luis XVI.

Pero sin dudar a dudas, la decoración más destacada es el famoso fresco que cubre el acceso del palacio y que fue realizado por el artista italiano Giovanni Battista Tiepolo entre 1752 y 1753.Se trataba de un enorme fresco que cubre una superficie de unos 670 metros cuadros y que se ha considerado como el fresco más grande de toda Europa. A través de esta enorme pintura mural se hacía alusión al poder del obispado con la representación de los cuatro continentes.