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Palacio Pesaro de Longhena

Publicado por A. Cerra
Palacio Pesaro de Longhena

Palacio Pesaro de Longhena

Este palacio fue proyectado por el arquitecto Baldassare Longhena entre los años 1652 y 1659, aunque no se concluyó de forma definitiva hasta varias décadas después, concretamente en 1710.

Este palacio barroco tiene una presencia destacada en el Gran Canal de Venecia, de manera que Longhena con esta obra y sobre todo con la iglesia de Santa Maria de la Salute se convierte en uno de los arquitectos más destacados del Barroco veneciano, que evidentemente tienen sus peculiaridades respecto a otras arquitecturas barrocas, tanto italianas como europeas en general.

Hay que tener en cuenta que las tipologías de construcción en Venecia están claramente condicionadas por su canales, por ello había un modelo constructivo muy instaurado desde el siglo XVI, y a partir de él evolucionan los arquitectos barrocos pero siempre mantienen ciertas notas comunes.

Para comprender esto, hay que saber que generalmente los solares sobre los que se proyectan los palacios venecianos no suelen ser muy grandes, sobre todo en cuanto a su anchura. Además la parte baja no suele ser un espacio habitable debido a las humedades existentes, y por supuesto se eliminan los típicos patios de la arquitectura palaciega italiana, y únicamente hay una puerta y un embarcadero.

A partir de esas premisas, Longhena concibe un piso inferior con sillares almohadillados con forma de diamante, provocando así en la fachada efectos de claroscuros y de densidad plástica. Y en el Palacio Pesaro se abre una doble puerta, con un nicho situada entre ambas que sirve para alojar una escultura, lo que todavía le proporciona más plasticidad a la parte baja del edificio.

Y en cuanto a los dos pisos superiores los plantea de una forma muy similar. En ellos incorpora un orden de columnas exentas que acrecientan la riqueza plástica y dinámica de toda la fachada del edificio. Esas columnas le sirven para ordenar la fachada de un modo rítmico, creando una curiosa composición entre vanos y columnas con la siguiente disposición: 2 – 1 – 2 – 1 – 1 – 2 – 1 – 2. Y además en la fachada destaca el centro tripartito en todos sus pisos.

Es decir, Baldassare Longhena crea una fachada que sigue de un modo estricto algunas de las premisas de la arquitectura barroca. Sobre todo en lo referente a dinamismo gracias al ritmo numérico y variado de los elementos, también en cuanto a la plasticidad provocada por la abundancia de motivos escultóricos, las columnas o los destacados almohadillados, y por su materialidad con la conjunción final de todos esos elementos. Pero todos esos conceptos los adapta a la personalísima ciudad de Venecia y los condicionantes físicos de esta ciudad. Al mismo tiempo que está haciendo evolucionar el arte constructivo veneciano, renovando las tipologías establecidas desde los siglos anteriores.