Arte
Inicio Arquitectura, Roma Puente de Alcántara

Puente de Alcántara

Publicado por A. Cerra
Puente romano de Alcántara

Puente romano de Alcántara

En la región española de Extremadura abundan los restos de época romana, y aunque los diferentes monumentos de Emerita Augusta (actual Mérida), como su teatro o su anfiteatro, son los más conocidos, lo cierto es que hay otros muchos magníficos como es el caso del Puente de Alcántara en la localidad del mismo nombre de la provincia de Cáceres.

Es un puente levantado a comienzos del siglo II (104 – 106) bajo la dirección del ingeniero Cayo Julio Lacer, el cual llegó a sentirse tan orgulloso de su obra, que cuando falleció fue enterrado junto a su creación. Concretamente se le enterró en un templete que hay junto al puente. Si bien ese templete, con el paso del tiempo fue cristianizado y se le añadieron tanto una espadaña como una cruz.

Era un puente para salvar el río Tajo y que existiera un camino para unir Norba Caeserina (actual Cáceres) y Conimbriga (hoy Coimbra, ya en Portugal). Para ello se levantaron cinco robustos pilares de base rectangular, unos pilares que junto al propio terreno en los extremos sirven de apoyo a seis portentosos arcos sobre los que transita el tablero del puente, que alcanza los 214 metros de longitud.

En ese tablero, en el centro aproximadamente se eleva un gran arco de triunfo, de 8 metros de altura, que era el toque que definitivamente el aspecto imperial a esta obra. Por cierto, una construcción en tiempos del emperador Trajano, de origen hispano. Tal y como se puede leer en una inscripción realizada en el propio arco.

Arco del Triunfo del Puente de Alcántara

Arco del Triunfo del Puente de Alcántara

El gran atractivo del Puente de Alcántara desde un punto de vista ingenieril es su gran tamaño y también su irregularidad. Una irregularidad basada en la total adaptación al terreno, ya que cada uno de los seis arcos tiene unas alturas diferentes, así como también varían su altura los pilares.

Toda la obra se construyó a base de sillares labrados en granito, una roca muy dura, lo que no fue impedimento para que fuera trabajado con cuidado y hasta se presente en sillares almohadillados.

Afortunadamente, hoy casi dos milenios después sigue en pie, lo que no significa que a lo largo de su historia no haya sufrido daños y reconstrucciones sobre todo en los periodos de guerras, y es que hay que tener en cuenta el carácter fronterizo de este puente entre España y Portugal. Así que aunque fue se destruyeron sus arcos en varias ocasiones, las últimas en el siglo XIX, siempre se fue reconstruyendo con un aspecto más o menos similar al original. No obstante, en los últimos tiempos se ha observado daños que indican que debería acometerse urgentemente un proyecto de restauración y consolidación.