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Santa María della Pace, Roma

Publicado por Laura Prieto Fernández

Durante el barroco los modelos clasicistas dieron paso a la teatralidad realista de las composiciones pictóricas basadas en el colorido y los contrastes lumínicos, en la escultura por su parte, las torsiones imposibles y la actitud exagerada de los representados invadieron el pathos renacentista pero sin lugar a dudas, fue en el campo arquitectónico donde se llevaron a cabo los avances más significativos y no sólo por la incorporación de nuevo elementos constructivos sino más bien, por hacer de la ciudad un integrante más de las nuevas construcciones. Durante el barroco, los artistas no tuvieron impedimentos para invadir el espacio urbano con sus creaciones y lo que es aún más, modificar todo lo que considerasen oportuno.

La obra que aquí analizaos hoy, es uno de esos ejemplos en los que la estructura de la ciudad se vio alterada debido a las necesidades espaciales de un templo, la Iglesia de Santa María della Pace o Santa María de la Paz en Roma. La construcción se sitúa en las inmediaciones de la conocida Plaza Navona un lugar que desde siempre ha tenido una gran confluencia. El edificio que hoy podemos observar no se corresponde con una construcción original, sino que está levantado sobre los cimientos de una antigua iglesia dedicada a Sant»Andrea de Aquarizariis y encargada por el papa Sixto IV que posteriormente pasó a la advocación de la Virgen María.

A mediados del siglo XVII el papa Alejandro VII encargó al arquitecto Pietro Cardona la remodelación del edificio que se había quedado pequeño para albergar a la gran cantidad de fieles que allí concurrían. Cardona planteó una reforma más decorativa en el interior que estructural, sin embargo, lo realmente interesante es la composición de la fachada que el artista diseñó como un muro cóncavo que se adentraba en las calles de Roma ya de por sí demasiado estrechas para el tráfico de carruajes que había en la zona. La solución fue modificar las calles para darles mayor anchura y configurar una plaza frente al templo en donde la pronaos diseñada por Carona era punto central de la misma.

El arquitecto utilizó un orden compuesto de columnas en la fachada que nos remite a la solución que Bramante utilizó en San Pietro in Montorio -artista que por cierto, diseñó el claustro de Santa María della Pace- y consiguió un interesantísimo juego de luces con un claroscuro que nos remite a las mejores construcciones de Bernini o Borromini.