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Cruz de las Escrituras

Publicado por Laura Prieto Fernández

La Cruz de Clonmacnoise o Cruz de las escrituras es uno de los ejemplos mejor conservados de las primeras manifestaciones cristianas en la isla de Irlanda. Cuando Europa fue completamente invadida por los pueblos bárbaros tan sólo una parte de Inglaterra e Irlanda mantuvieron su independencia y lograron que floreciera una cultura cristiana que se combinaba con las primitivas formas de arte celta.

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En este contexto surge en las orillas del río Shannon un pequeño complejo monástico fundado por San Ciarán en torno al 548 a.C. El cenobio se encontraba en un lugar estratégico, junto al río y en la intersección de algunos de los principales caminos, lo que surgió como una pequeña unidad monástica pronto se convirtió en uno de los principales lugares de referencia. Aparecieron multitud de edificaciones realizadas en madera o en piedra y comenzó el desarrollo de la vida monástica a la par que un buen número laicos cada vez se asentaba en las cercanías del conjunto.

Entre estas construcciones -de las que en la actualidad a penas se conservan unos pocos restos arqueológicos- se ha destacado por su excelente estado de conservación y calidad técnica la cruz de las Escrituras o Cruz de Clonmacnoise, en honor al cenobio donde se ubicaba. Realizada en piedra con casi cuatro metros de altura, la Cruz de las Escrituras es uno de los mejores ejemplos de High Crosses. Estas manifestaciones religiosas siguen los cánones tradicionales de las cruces cristianas pero con una variante, en el cruce de los dos travesaños las High Crosses presenta un anillo cuya finalidad aún no parece demasiado clara. En ocasiones se ha entendido la unión de la cruz con el tradicional círculo solar celta como la unificación de las dos culturas dentro de un mismo elemento.

La cruz está realizada en piedra arenisca y tallada por los cuatro costados con mediorrelieves dispuestos en cuadrículas que se caracterizan por la simplicidad de sus formas con una finalidad claramente educativa. La cara Este, la principal, muestra a Cristo en majestad durante el juicio final, a izquierda y derecha un séquito de personajes que representan los condenados y los bienaventurados y en el mástil de la cruz, la primera cuadrícula representa a Jesús entregando las llaves a San Pedro y san Pablo y las otras dos son escenas monásticas cuya identificación no ha quedado del todo clara.

Por parte la cara Oeste se consagra al tema de la Pasión de Cristo: la crucifixión, los soldados repartiéndose los ropajes de Jesús, la Flagelación y el Entierro; parece posible que en la basa junto a los restos de una antigua inscripción en la que aparecerían los comitentes de la obra, se encontrara la Resurrección de Cristo.

La cara norte representa en sus cuadrículas la vida de San Palo Ermitaño y San Antonio completándose con representaciones de animales procedentes de los antiguos bestiarios; por su lado la cara sur representa escenas cinegéticas que se combinan con la vida de David. Así pues, la iconografía de la cruz parece hacer un recorrido desde las escenas del Antiguo Testamento hasta El Juicio Final.