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Fachada de Santa María la Real de Sangüesa

Publicado por A. Cerra
Santa María la Real de Sangüesa

Santa María la Real de Sangüesa

Esta iglesia de la región española de Navarra se construyó aproximadamente en la segunda mitad del siglo XII. Y el resultado de su portada es el de una de las fachadas que se consideran entre las más aparatosas de todo el Camino de Santiago, ya que Sangüesa se encuentran en el punto de entrada del Camino Jacobeo que entra desde Francia en España por las tierras de Aragón y que tiene en la Catedral de Jaca una de las paradas principales. Un ramal para los peregrinos que confluye con la vía de Roncesvalles, en la también población navarra de Puente La Reina.

La portada de Santa María la Real de Sangüesa tiene dos fases de realización. La primera fue dirigida por un artista llamado Leodegarius, que muy posiblemente sería conocedor de la Portada Real de Chartres, puesto que en las jambas hay esculturas en forma de columnas muy similares a las del templo francés. En este caso esas esculturas representan a las Tres Marías, y lógicamente por adaptarse a la forma arquitectónica de las columnas, se trata de figuras muy estilizadas. Precisamente en la figura de la Virgen María de una de estas jambas, el personaje aparece leyendo un libro, y ahí dejó firmada su obra el escultor, ya que se puede leer “Leodegarius me fecit”, o sea, Leodegario me hizo.

También son muy destacables las numerosas figuras que se despliegan longitudinalmente a lo largo de las cinco arquivoltas apuntadas. En ellas se pueden ver estatuillas de profetas, apóstoles, orantes o guerreros.

En cambio este mismo maestro también dirigió el repertorio escultórico del tímpano que hay sobre la entrada a la iglesia. Y en este caso no estuvo tan afortunado ya que es un conjunto mucho más tosco desde un punto de vista compositivo.

El segundo escultor que intervino en la elaboración de la ornamentación de la fachada fue posterior, ya que se trata ya de un trabajo elaborado en el siglo XIII. Y se piensa que este maestro de obras también debió trabajar previamente en el Monasterio de San Juan de la Peña, situado unos kilómetros antes en el mismo ramal del Camino de Santiago. realizó un gran friso con Cristo en majestad en el centro, el Tetramorfos o símbolos de los Cuatro Evangelistas, y junto a ellos coro de ángeles y los Apóstoles.

Todo esto se completa con una serie de escenas talladas en las enjutas, algunas curiosamente inspiradas en la saga escandinava de Sigurt.