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Herakles arquero de Bourdelle

Publicado por A. Cerra
Heracles arquero de Bourdelle

Heracles arquero de Bourdelle

El escultor francés Antoine Bourdelle (1861 – 1929), cuyo nombre real fue Emile Antoine Bordelles, es un artista que los historiadores del arte han denominado como representante del estilo humanista que se desarrolló en los años de transición entre el siglo XIX y el XX. Un estilo cuya clave es fijar siempre el interés en el carácter innovador de la figura humana. Tanto que se ha dicho que su escultura tenía una vocación humana. Y se le tiene como un eslabón hacia uno de los grandes escultores del siglo XX, Alberto Giacometti.

Bourdelle fue un discípulo del gran Auguste Rodin entre los años 1896 y 1904. Y además también fue muy amigo de él. Sin embargo, fue uno de los primeros creadores que rompe con esa escultura preferentemente óptica que representan las obras de Rodin. Él busca más la masa y el volumen, y se inspira mucho en la escultura antigua, principalmente en las obras arcaicas griegas. Incluso en la temática. No hay más que ver el título este bronce, Herakles arquero, que evoca al gran héroe griego. Una temática que abunda en su producción con esculturas como Penélope sin huso.

En el caso del Herakles arquero lo podemos ver tanto en el Museo Bourdelle de París como en el Parque Palermo de Buenos Aires. La figura forma parte de su serie sobre los trabajos de Hércules, y concretamente relata el momento en el que el héroe mató con sus flechas a los pájaros del lago de Estinfalo. Y para lograr el resultado definitivo alcanzado en el año 1909, el artista realizó numerosos estudios previos en yeso, hasta que consiguió la forma deseada. Esto es muy común en la producción de Antoine Bourdelle, ya que se trata de un artista muy trabajador y concienzudo.

La obra representa la tensión, la figura forma un verdadero puente con el apoyo en la piedra de la base, con los brazos tensos y la curva del arco. Es una composición muy dinámica y también muy abierta, que se escapa por completo de las formas más clásicas, gracias a la posición de los miembros, como los dos escorzos que suponen la pierna derecha y el brazo izquierdo.

En el caso de la réplica que se halla en Buenos Aires, ésta fue incluida dentro del Monumento al general Alvear. Este monumento ecuestre a Carlos María de Alvear, que el propio Bourdelle consideraba su obra maestra dentro del género de monumentos.

Y es que Bourdelle diferenciaba mucho los géneros que trabajaba y también su significado. De hecho una de las cosas que aprendió de Rodin fue hacer una clara diferencia con las obras más alimenticias, aquellas que le proporcionaban dinero, donde se muestra un escultor más oficialista. Mientras que en las sus realizaciones que no procedían de grandes encargantes, se nos muestra mucho más libre en su ejecución, ya que tiene menos condicionantes y por lo tanto son mucho más innovadoras.