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María Magdalena penitente, Donatello

Publicado por Laura Prieto Fernández

A lo largo de los siglos XIV y XV se produjo en Italia una renovación de las artes plásticas que modificó radicalmente la concepción artística que se tenía hasta ese momento; los artistas volvieron la vista hacia la antigüedad clásica e hicieron del hombre el centro de su universo. En este sentido se debe destacar como a lo largo de Quattrocento las obras escultóricas adquirieron un gran naturalismo y realismo siguiendo los modelos de la escultura griega. Sin embargo y paulatinamente comenzaron a surgir algunas obras que se iban alejando de ese carácter naturalista, contenido y sosegado de la estatuaria renacentista y que será el precedente para el desarrollo del estilo manierista así la obra que hoy nos ocupa, María Magdalena como penitente de Donatello, es uno de los precedentes más tempranos de la nueva estética manierista.

Donatello - Maria Magdalena penitente

Donato di Niccolò di Betto Bardi más conocido con el sobrenombre de Donatello (1386 – 1466), es una de las figuras más representativas de la estatuaria renacentistas. Hijo de un curtidor de lana su formación fue de la mano de algunos de los grandes genios de la época trabajando para Ghiberti o Brunelleschi. Su estilo naturalista y gran su manejo de la perspectiva le llevó a ser uno de los escultores más afamados de la época trabajando para las grandes personalidades del momento. En su producción destacan no solo las grandes esculturas de bulto redondo sino también espléndidos relieves en los que el artista se mostraba capaz de representar detalladas escenas con una ínfima profundidad.

En esta ocasión el artista realiza una obra de temática religiosa cuya inspiración se encuentra en la Leyenda dorada de Jacopo de la Vorágine; en ella se explica cómo María Magdalena arrepentida por sus pecados se retira al sur de Francia para dedicarse a la vida ascética. La obra parece ser que fue realizada en torno al año 1453 – 1455 sin embargo, algunos historiadores retrasan su datación debido a su estilo, hasta 1460 de modo que ésta sería la última obra en la que trabajó el artista antes de su muerte.

Parece ser que la obra fue encargada al artista por el Baptisterio de San Juan de Santa María dei Fiore, Florencia, y en la actualidad la obra se encuentra en el Museo dell´ Opera del Duomo. Se trata de una escultura tallada en madera y policromada que representa a María Magdalena como una mujer de avanzada edad en cuyo rostro y cuerpo se aprecia el paso de los años y la vida de redención. Su ropa son harapos que cuelgan de su demacrado cuerpo en un sinfín de pliegues así como las calidades táctiles que el artista ha logrado en la representación del cabello y la piel de la mujer. El claroscuro cobra especial importancia en esta composición donde una infinidad de pliegues recrean un continuo juego de luces y sombras.

El artista ha logrado recrear una figura dramática, teatral, con un marcado pathos que poco tiene que ver con las obras contenidas de la etapa clásica, acercándose más bien a la estética manierista o incluso barroca.