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Púlpito de la Catedral de Siena

Publicado por A. Cerra
Púlpito Catedral de Siena

Púlpito Catedral de Siena

Esta obra que mezcla elementos arquitectónicos con un enorme repertorio escultórico la realizó el artista gótico Nicola Pisano hacia el año 1268 aproximadamente, es decir unos años después de que realizara el Púlpito de la Baptisterio de Pisa, el primero de este tipo de obras que creó toda una tradición en la iglesias de la región italiana de Toscana.

El Púlpito de la Catedral de Siena, se hizo completamente en mármol, y responde a la misma estructura que el de Pisa. Aunque se ve una evolución en el arte de Pisano, y como ha decidido modificar elementos respecto a la obra anterior. Por ejemplo, mientras que en Pisa los relieves esculpidos de la balaustrada del púlpito aparecían compartimentados en diferentes cajas, en este caso nos muestra todo el repertorio en forma de narración continua y corrida. Aunque en ambos casos se puede observar como todo el espacio está completamente repleto de figuras, algo muy habitual en la plástica medieval, donde ningún espacio se deja vacío. Una característica cuyo nombre técnico es horror vacui.

Este típico terror a dejar vacíos, tal vez sea más acusado en este segundo púlpito, ya que aquí el artista ha disminuido el tamaño de las figuras, y aún así ha logrado plasmarlas con un mayor detalle, los cual todavía hace que sea acusado ese abigarramiento en la composición, y también que se incremente el sentido narrativo de cada uno de los episodios que representa. Un buen ejemplo de esto sería la escena que nos muestra el pasaje bíblico de “La Matanza de los Inocentes”.

Este piso superior del púlpito, en ambos casos está sustentando por arcos de medio punto trilobulados, muy del gusto de la arquitectura gótica, pero en el caso de Siena, las esculturas de los capiteles que aparecen en vertical sobre los capiteles, como si prolongaran la verticalidad de las columnas que elevan toda la estructura, son alegorías femeninas.

La historiografía, los testimonios y la documentación de la época, nos hacen saber que en esta obra Nicola Pisano contó con la colaboración de su hijo Giovanni, el primero de los vástagos que durante el resto del siglo XIII y gran parte del siglo XIV continuaron con la saga familiar de los Pisano como una estirpe artística de enorme prestigio en Italia, y más concretamente en la región de Toscana. Si bien su influencia llegó a otros países de Europa.

Lo mismo que su arte se vio influenciado por otras corrientes artísticas del continente. Ya que Nicola había enviado a su hijo Giovanni a París, para que conociera los más importantes talleres artísticos góticos franceses. Y de hecho, esa influencia gala se ve claramente en ciertos elementos compositivos. Algo que se acrecentará más en el púlpito que décadas después realizará, ya en solitario Giovanni Pisano para la Catedral de Pisa.