Arte
Inicio Escultura, Roma Puteal de la Moncloa

Puteal de la Moncloa

Publicado por Laura Prieto Fernández

En algunas ocasiones a lo largo de la historia del arte ocurre que, ni siquiera los propietarios de algunas obras son conscientes del valor- no sólo económico sino histórico y artístico- que puede tener la pieza que poseen; esta circunstancia, se ve favorecida aún más en objetos de época antigua en los que no siempre es fácil discernir un original de una copia y todavía más aún si el objeto en cuestión no es una obra típica véase un cuadro o una escultura, sino un objeto de uso cotidiano. Todos estos factores confluyeron para que la obra que hoy analizamos en esta entrada estuviese durante mucho tiempo relegada a los jardines de la Moncloa donde supuestamente se utilizaba a modo de jardinera hasta que la fortuna hizo que el director del Museo Arqueológico Nacional se diese cuenta de su valor.

El Puteal de la Moncloa es en realidad el brocal de un pozo -el murete que cubre la abertura del pozo en la parte superior para evitar accidentes- que dataría nada menos que de época romana, en torno al siglo I d.C. Parece ser, que las primeras noticias que tenemos de esta pieza se remontan al siglo XVII, concretamente al año 1654 cuando pertenecía a la reina Cristina de Suecia. Cuando la reina falleció el brocal pasó a su secretario y de éste a Livio Odescalchi para acabar en manos del príncipe d»Erba. El monarca español Felipe V compró la colección del príncipe y así se hizo con el brocal que deambuló por distintos espacios como la Granja de San Ildefonso, el Palacio de Aranjuez etc.

En el año 1816 llegó al Palacio de la Moncloa y allí permaneció en el olvido hasta que fue hallado por el conservador del Museo arqueológico Nacional don Juan de Dios de la Rada quien se hizo consciente de su valor y de manera inmediata fue trasladado al Museo Arqueológico Nacional donde se encuentra desde entonces.

La pieza de formato cilíndrico está realizada en mármol y cuenta con una altura de casi un metro, el diámetro de círculo exterior es más grande que el inferior. En su superficie se representan dos escenas mitológicas extraídas de las Metamorfosis de Ovidio, una es el Nacimiento de Atenea, la diosa de la sabiduría y patrona de Atenas y la otra, es el Nacimientos de las Parcas, las encargadas de tejer el destino de los hombres. Durante algún tiempo se especuló con que los relieves del puteal tuviesen alguna relación con los frisos del Partenón y de hecho, la pieza fue trasladada para comprobar si podía ayudar a los expertos en la reconstrucción de los frisos sin embargo, estudios recientes demuestran que la pieza no cuenta con ninguna relación ni en la escuela, ni la época ni en la calidad de los artistas con los frisos de Fidias.