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La cueva de la Eternidad, Luca Giordano

Publicado por Laura Prieto Fernández

La cueva de la Eternidad es una de las representaciones que Luca Giordano realizó para la decoración del palacio urbano de la familia Medici en Florencia. Giordano (1632 – 1705) también conocido en España como Lucas Jordán fue uno de los pintores más prolíferos de su época, su rapidez en la factura de las obras le cosechó gran fama internacional trabajando para los comitentes más destacados.

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Hijo de un pintor de segunda fila Giordano se formará en el taller napolitano de Diego de Ribera, amigo de su padre. Allí el artista destacó por su capacidad para imitar las obras de los grandes genios del arte, posteriormente pasará a Roma donde trabajará junto a Pietro da Cardona y aprenderá de éste la técnica del fresco.

Su fama llegó a los oídos de la familia más poderosa de Florencia, Los Médicis. Éstos confiaron al pintor la realización de un gran encargo, la decoración del Palacio Medici Ricardi, un palacete urbano situado en la ciudad de Florencia que el arquitecto Michelozzo Michelozzi había levantado en 1444.

Para la decoración de tan ambicioso proyecto el artista barroco eligió una serie de alegorías que ensalzaran a la familia de los comitentes, éstas debían cubrir tanto el espacio de una gran sala como el cajón de la escalera. En esta ocasión La cueva de la eternidad es una alegoría de como la familia Médici pasará a la historia pero también del destino escrito de los hombres.

Según la mitología griega la cueva de la eternidad era el lugar donde los dioses forjaban el destino de los hombres; así el rumbo de cada persona estaba escrito y determinado por los dioses y finalmente éste siempre se terminaba cumpliendo. En este sentido el fresco representa a un conjunto de personajes alegóricos relacionados con el tiempo, la eternidad y el destino.

Las Parcas situadas a la derecha de la composición son las verdaderas protagonistas de la obra: Cloto es la encargada de tejer la vida de cada uno de los hombres, Láquesis entrega a cada hombre el tiempo del que dispone finalmente Átropos es la que corta el hilo de cada hombre acabando irremediablemente con su vida. Éstas tejen el destino de los humanos ayudados por Jano encargado de abrir y cerrar las puertas de paso entre el mundo de los vivos y el de los muertos.

Detrás de Las Parcas Demogorgon un hombre encapuchado que protege las potencias ocultas y junto a él aparece Natura de cuyo pecho mana la leche que le ofrece al encapuchado es símbolo de los bienes de la vida. La escena se completa con un conjunto de personajes y pequeños puttis así como otros elementos que hacen referencia a la eternidad, en este sentido podemos observar la presencia de una gran serpiente que envuelve a los personajes y se muerde la cola.

La factura es rápida como es típico en Luca Giordano, el colorido de gama oscura se ha aplicado con una pincelada ligera y poco cargada y la composición es quizás más clasicista que barroca pese a que el artista sea uno de los precursores de la nueva estética del XVII.