Arte

Coloso Goya

Publicado por Laura Prieto Fernández

Son muchas las pinturas que a lo largo de la historia del arte han levantado grandes controversias acerca de su autoría pero quizás la obra que aquí analizamos y conocida como El Coloso ha sido una de las controversias que más discrepancias ha causado en los últimos años. La que tradicionalmente era atribuida al pintor zaragozano Francisco de Goya parece ser ahora fruto de los pinceles de algún discípulo del maestro del XIX, concretamente se baraja la hipótesis de que se pudiera tratar de un óleo de Asensio Juliá.

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Esta fue la hipótesis planteada por algunos de los responsables del Museo del Prado de Madrid-concretamente por Manuela Mena, jefa de la colección de Goya y de la conservación del siglo XVIII- al hallar en la esquina inferior izquierda lo que arecen ser las letras A. J. iniciales que se corresponderían con Asensio Juliá. Las réplicas no tardaron en llegar por parte de otros espectadores en la materia que aseguraban que las iniciales que Mena decía ver eran en realidad los números de catálogo del lienzo y que dichas especulaciones eran un error catastrófico en la trayectoria de un museo del nivel del Prado. Sea como fuere lo cierto es que a día de hoy la autoría del lienzo sigue levantando ampollas entre los expertos que no saben a qué versión atenerse.

Lo cierto es que si en realidad el lienzo pertenece a Francisco de Goya, ésta no fue la única vez que el pintor zaragozano utilizó la figura de un gigante ya que entre sus grabados encontramos una obra conocida como tal; una estampa suelta que data entre 1814 y 1818. También como prueba de la autoría del famoso pintor zaragozano se esgrime que entre las obras creadas por el artista existen algunas como El Águila con una concepción muy parecida a la de El Coloso.

En esta ocasión nos encontramos ante un óleo sobre lienzo de formato vertical que mide unos ciento sesenta centímetros de alto y ciento cinco de ancho y que también se conoce con el nombre de El gigante, la tormenta y el pánico. Parece ser que la obra fue pintada en torno al año 1812 y en ella se representa a un gigante que emerge tras las montañas y aparece casi girado, dándonos la espalda, y con los puños levantados y apretados, flexionando los codos.

No se sabe a ciencia cierta si el gigante emerge tras las montañas o si se encuentra caminando ya que sus piernas quedan ocultas tras los montes. Algunos estudiosos también barajan la posibilidad de que El Coloso carezca de piernas y se encuentre anclado al suelo como otras figuras diseñadas por Goya, por ejemplo Duelo a garrotazos.

En la mitad inferior, en el valle y la explanada que se muestran al espectador se observa un gran revuelo con múltiples figuras de personas y animales que huyen en todas direcciones. Algunos han interpretado al gigante como una alusión al pueblo español que se levanta ante la invasión napoleónica.