Desnudo acostado, Modigliani
Desde la prehistoria hasta el arte contemporáneo el desnudo femenino siempre ha sido uno de los temas preferentes en la historia del arte; a lo largo de las diferentes corrientes artísticas miles de pintores y escultores han trabajado esta temática, no obstante si tuviésemos que diferenciar un solo artista cuya producción artística se distinga por los desnudos femeninos ese sería sin lugar a dudas Modigliani.
Amadeo Modigliani es uno de los máximos representantes de la conocida como Escuela de París, un grupo heterogéneo de pintores y escultores que influenciados por las diversas corrientes artísticas del momento dieron lugar a una fecunda producción en el periodo de entreguerras. Modigliani es el arquetipo de artista bohemia con una vida caótica y cuya obra solo fue reconocida de manera póstuma, en contrapartida hoy es una de las grandes figuras del arte de todo los tiempos y sus cuadros han alcanzado una fama internacional. Modigliani nos ha legado una interesante producción artística en la que sobre todo destacan sus obras de retratos y desnudos femeninos. A lo largo de la primera década del recién inaugurado siglo XX, el artista elaboró una serie de lienzos cuya temática giraba en torno a la mujer desnuda.
Mujeres que en múltiples posturas posaban para el artista mostrando su cuerpo sin ningún tipo de pudor y que revolucionaron a la sociedad parisina de la época. Seguramente instigado por su propio marchante el artista recreó un buen número de cuadros bajo esta misma temática, se esperaba que la sociedad de Paris más moderna y desenfadada se rindiera a las obras del pintor. Nada más lejos de la realidad; las obras de Modigliani fueron consideradas obscenas y desagradables hasta tal punto que la exposición donde las presento hubo de ser clausurada tan solo dos días después de la inauguración.
La obra que aquí nos ocupa, Desnudo acostado, también conocida como Desnudo acostado con los brazos abiertos o incluso Desnudo Rojo es un óleo sobre lienzo de formato horizontal y pequeño tamaño que apenas mide unos noventa centímetros de anchura y sesenta y dos de altura. En un primer plano podemos observar a una mujer completamente desnuda con los brazos en alto y la cabeza girada mientras reposa sensual y plácidamente en un diván de color rojo y un almohadón de color azul intenso.
El desnudo de la mujer – no se conoce la identidad de la modelo aunque podría ser alguna de las múltiples modelos parisinas que posaban para los artistas de la época- ocupa toda la composición, aparece recortado debido al primer plano y postura retorcida de la joven. Su cuerpo marca una línea curva y diagonal que se subraya por la característica línea negra que delimita los objetos representados por el artista. La gama cromática utilizada es muy sencilla, las tonalidades marrones y terrosas dominan la composición junto con el rojo del diván y rompiendo la armonía, el azul de la almohada.
En la obra de Modigliani se hace patente la herencia de la tradición clasicista pero también las obras que el artista neoclasicista pintó acerca de la Maja desnuda.
