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El patizambo, José de Ribera

Publicado por Laura Prieto Fernández

El patizambo, pie varo o el lisiado es una de las obras más famosas del pintor español José de Ribera que muestra el espíritu más crítico desarrollado por los pintores de la escuela barroca.

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Ribera (1591 – 1652) nació en Xátiva, Valencia, pese a su origen español el artistas se trasladó muy pronto a Italia donde realmente comenzó su formación aunque quizás en España acudiera al taller de algún pintor local. En su obra se conjuga a menudo las características del tenebrismo desarrollado por Caravaggio con el realismo y expresividad del barroco español. Ribera recorrió varias ciudades italianas hasta que decidió establecerse de manera permanente en Nápoles. Allí se casó con la hija de un pintor local y comenzó a adquirir cierto renombre gracias en parte al éxito que cosecharon sus grabados y también al hecho de que Nápoles perteneciera a la Corona española.

En 1642 el artista realiza la obra de El pie varo en óleo sobre lienzo, con unas medidas de 165 cm de alto y 93 de ancho, la obra aparece firmada y fechada en la esquina inferior de la izquierda. Lo cierto es que no se sabe a ciencia cierta quien realizó el encargo de esta singular obra, algunos estudiosos apuntan que podría haber sido el Virrey de Nápoles quien siguiendo el gusto de la escuela española por un realismo descarnado encarga precisamente al Spagnoletto la realización de esta pintura; otros apuntan más bien a que el encargo podría haber sido realizado por un notable comerciante flamenco.

Con todo no podemos asegurar a ciencia cierta quien fue el promotor de la obra pero lo que resulta innegable es el hecho de que el artista haya utilizado la obra para mostrar la realidad más descarnada de su época, convirtiéndose así en una obra de denuncia social.

El cuadro atrae por su simplicidad, de pie en medio de un paisaje natural aparece la figura de un niño o joven mendigo; observándolo detenidamente vemos como tiene el pie varo, una enfermedad que le impedía apoyar el talón al caminar. En su mano porta la muleta que le sirve de apoyo y una nota o escrito indispensable en la ciudad de Nápoles para que los mendigos pudieran pedir limosna, en ella se puede leer en latín: «Denme una limosna, por amor de Dios». El joven aparece sonriendo y mirando fijamente al espectador. Sus ropas son sucias y harapientas y denotan su humilde condición social.

El paisaje natural es bastante realista y el cielo aparece representado con gran claridad. La luminosidad del cuadro nos permite apreciar la madurez del artista que, formando en sus inicios parte del movimiento tenebrista que desarrolló Caravaggio, evoluciona hacia una pintura más clara y luminosa.

El artista ha optado por una perspectiva en picado desde abajo lo que dignifica en cierta medida a la figura del mendigo. La gama cromática de colores más claros contrasta con los tonos tierra utilizados para representar al joven patizambo.

Actualmente la obra de José de Ribera se encuentra en el Museo del Louvre de Paris.