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El puente de Langlois de Van Gogh

Publicado por A. Cerra

Puente de Langlois

Durante los meses que duró su estancia en la ciudad de Arles al sur de Francia, entre 1888 y 1889, Vincent Van Gogh pintó hasta en cuatro ocasiones al óleo este singular puente, además de otras representaciones que hizo con la técnica de la acuarela o en forma de dibujos y bocetos preparatorios. Un conjunto de cuadros y obras desperdigadas en la actualidad por diferentes colecciones y museos como el de Otterlo en Holanda o en la ciudad alemana de Colonia.

Y eligió este lugar, porque se adecuaba estupendamente a su particular búsqueda de las atmósferas, y su interpretación de las transparencias que observaba tanto en el cielo como en el agua, por no hablar de los atractivos juegos de los reflejos.

Esos son los elementos con los que construye estas imágenes en las que vemos el fondo siempre azul claro del cielo, y sobre él se destacan las líneas del armazón del puente, también en azul. E igualmente, el agua es del mismo color, pero en otros tonos. En definitiva, gran parte de la tela son variaciones del azul, el cual se ve complementado tanto por la estructura pétrea del puente en tonos ocres y amarillos, así como por el juego de verdes de la vegetación.

Está claro que aquí Van Gogh recurre a unos colores principalmente claros, muy límpidos y con tendencia a lo transparente.

Puente de Langlois

Además de estos estudios de color en la serie de obras del Puente de Langlois también queda bien patente la enorme influencia que la estampa japonesa tenía en su modo de pintar. Ya que Van Gogh, dibuja, perfila las formas, pero es un modo de dibujar muy influido por las ilustraciones japonesas que estaban llegando por esos años a Europa. Más que de un dibujo, lo que se pretende con ese estilo tan caligráfico es relacionar la masa de color con esos rasgos que definen el espacio a colorear y su atmósfera. Por esa razón, usa forma y luz, mientras que desecha por completo la idea de claroscuro.

Todas estas características se pueden observar en las distintas representaciones al óleo que el pintor postimpresionista hizo del Puente de Langlois, independientemente del momento del día en lo pintó o el punto de vista que eligió, ya que fue hizo variaciones en esos aspectos con el objetivo de captar la forma y el color del lugar para lograr capturar su esencia y sintetizarla.