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La Anunciación de Simone Martini

Publicado por A. Cerra
La Anunciación de S. Martini

La Anunciación de S. Martini

Como es habitual en la pintura gótica, se trata de una tabla pintada el temple por el artista italiano Simone Martini, quién la realizó concretamente en el año 1333, y que en la actualidad se conserva y expone en las sala de la Galería de los Uffizi de Florencia.

La obra en realidad se trata de un tríptico en el que la escena central está ocupada por una imagen de la Anunciación a la Virgen María por medio del Arcángel san Gabriel que le informa de que va a ser la madre de Jesucristo.

Todo el tríptico sigue un suave ritmo curvilíneo, cuyo eje central lo marca el jarrón de lirios, símbolo de la virginidad de María, que ocupa el centro de la imagen. Es un muy buen ejemplo del estilo pictórico conocido como Gótico Internacional, en el que paulatinamente se va abandonando el característico hieratismo de la figuras de los siglos precedentes.

Una de las características de la factura de Simone Martini es su extraordinaria delicadeza a la hora de pintar los rostros femeninos. Al igual que es muy habitual en su pintura el preciosismo en todos y cada uno de los detalles.

En realidad, Simone Martini nacido en el año 1284 y muerto en 1344 es un artista puente entre dos escuelas pictóricas italianas de la época, la que representaba Siena cuya característica más reconocible es el realismo y la escuela que representa la ciudad de Florencia donde la pintura era de un tono mucho más severo. La fusión de esas corrientes y su maestría con los pinceles hicieron de él un reputado pintor con cuantiosos encargos, algo que acabó por hacer que se trasladara definitivamente a Francia, en concreto a Avignon, ciudad que por aquel tiempo se convirtió en la sede de los Papas del Catolicismo. De hecho, esta pintura de La Anunciación es la última que pintó en Italia, y lamentablemente las obras que realizó en tierras francesas se han perdido.

La escena de la Anunciación contiene todos los elementos que se han repetido hasta la saciedad a lo largo de la Historia del Arte. Nos presenta al Arcángel san Gabriel hablando a la Virgen y en su mano izquierda porta una rama de olivo, símbolo de la paz. Mientras que María es sorprendida cuando está leyendo, por eso su gesto parece que se apartase del arcángel y de la noticia que le trae.

La obra transmite sobre todo delicadeza y lirismo debido al empleo de curvas graciosas y los cuerpos ligeros casi flotantes, muy alargados y muy bien distribuidos de forma que destacan claramente sobre el fondo dorado de la tabla.

La estructura es la de un retablo con la parte superior ocupada por los cinco arcos apuntados tan típicos del Gótico. Esos arcos marcan el ritmo ondulante de la obra, que inspira un movimiento lento y continuo, sumamente elegante.

Esta es una de las grandes diferencias con el otro gran pintor contemporáneo: Giotto. Y la verdad es que Simone Martini se apasionó por todos aquellos elementos que rechazaba Giotto. Por eso en sus obras aparece el movimiento, los adornos, los detalles, y la fineza, buscando un ideal, una especie de belleza celestial, de tono ciertamente aristocrático.