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LA Anunciación, Fra Angelico

Publicado por Laura Prieto Fernández

La Anunciación de Fra Angelico (1400-1455) es una obra realizada en témpera y oro sobre tabla de estilo renacentista. Esta obra fue realizada para el altar derecho de la iglesia del convento de Santo Domingo en Fiesole, Florencia. El famoso retablo del convento se conforma a través de una tabla superior más grande en la que aparece representada la Anunciación, en la predela (parte inferior del retablo que se dispone a modo de banco corrido) aparecen las escenas de: El nacimiento y desposorio de la Virgen, La visitación, La epifanía de los Reyes Magos, La purificación y por último El tránsito de la Virgen.

Fra Angelico representa en su obra dos escenas íntimamente ligadas. Por un lado, en la parte derecha de la tabla y ocupando la mayor parte de ésta, aparecen representados María y el arcángel San Gabriel. La Virgen sedente estaba leyendo a la llegada del ángel, ha posado el libro en su regazo y cruza las manos sobre su pecho inclinándose para realizar una reverencia. El arcángel llegado desde el cielo, responde con la misma reverencia a la Madre de Dios. Ambos personajes son rubios, de rasgos estilizados y poco proporcionados, sus dimensiones (demasiado grandes) nos remiten todavía a ecos medievalistas de proporciones jerárquicas.

Ambos personajes están cobijados bajo un pórtico abierto realizado en mármol, que remite al Hospital de los Inocentes realizado por Brunelleschi en aquellos años. Al fondo una estancia abierta en la que se dejan ver algunos sencillos muebles induce a la profundidad.

La parte izquierda de la tabla está ocupada por la expulsión del paraíso de Adán y Eva. Ambos ya vestidos y completamente avergonzados son expulsados del Edén por un ángel. Sobre ellos, en la esquina superior derecha, las manos de Dios asoman resplandecientes enviando un haz de luz y al Espíritu Santo, representado en forma de paloma, hacia la joven María.

Las pálidas encarnaciones de los personajes resaltan sobre los colores brillantes típicos de la primera etapa de Fra Angelico. El brillante azul de las bóvedas y del manto de María se contrapone con el rojizo de la túnica que viste el arcángel y el vestido de la Virgen. Los colores fríos y sosegados ayudan a trasmitir la paz y trascendencia del momento. El detallismo de la composición es asombroso destacando las exquisitas alas del ángel, de cuya minuciosidad se desprende el estudio de Fra Angelico en las alas de las aves.

El simbolismo de la obra es patente: Adán y Eva, los primeros padres, fueron el origen del pecado, la caída del hombre. María, es la madre del Salvador, con ella comienza la salvación del hombre y el fin del pecado.

La tabla se trata de una obra de juventud realizada entre 1426-1428, en ella son notables las diversas corrientes que influyeron el arte de Fra Angelico. Por un lado el detallismo y la minuciosidad lo relacionan con las obras del norte de Europa, seguramente conocidas a través de Gentile da Fabriano; la búsqueda de la perspectiva se hace ecos de los avances introducidos por Masaccio y el tratamiento de la arquitectura responde a las directrices arquitectónicas recomendadas por el mismísimo Brunelleschi.