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La callecita de Vermeer

Publicado por A. Cerra
La callecita de Vermeer

La callecita de Vermeer

Vermeer de Delft, pintó en diferentes ocasiones su ciudad holandesa, Delft. De todas las imágenes de esos paisajes urbanos que hizo, sin duda alguna la más famosa es la Vista de Delft que se conserva en el Museo Maurithuis de La Haya. Sin embargo, unos años antes pintó esta otra vista de la ciudad, que popularmente se conoce como La Callecita.

La obra la realizó entre los años 1657 y 1658, y actualmente se expone en el Rijksmuseum de Ámsterdam, donde también cuelgan otras obras maestras suyas como La lechera.

Este lienzo pese a ser una vista exterior, de una sencilla fachada, lo cierto es que es capaz de sorprendernos con unas sensaciones extraordinariamente íntimas. No se trata de un gran monumento, sino que elije una calle de su ciudad de lo más común.

Y además tampoco está especialmente interesado en mostrarnos la arquitectura de los edificios, de hecho, se ven parcialmente y no de forma íntegra. Su interés recae en la escena en general, como quién va por la calle y de pronto hace una instantánea de un paraje urbano.

Quiere representar las paredes de ladrillo, lo que se ve tras la puerta, viendo así a la mujer en uno de sus quehaceres cotidianos, o a los niños jugando despreocupados.

El resultado de la imagen es de lo más real, en lo que recae gran parte de su valor como escena propia del siglo XVII. Si bien su valor artístico se incrementa al saber que la obra es más que posible que en realidad no se pintara colocando un caballete frente a esa casa y pintando lo que se veía, sino que el pintor la realizaría en su taller. Lo cual es una muestra de la maestría de este pintor del Barroco. Por cierto, para imaginándolos haciendo ese trabajo en su estudio, basta con observar otra de sus obras que es El pintor en su taller.

Su capacidad para dotar de color a la escena es lo que provoca la intensa sensación de realidad de la tela. Una buena muestra de ellos se aprecia al contemplar la obra en el museo holandés. Ese es el mejor modo de ver por ejemplo, como para resaltar los ladrillos individuales y las junturas de cemento de la construcción, no se ha dedicado a dibujarlos uno por uno, sino que en realidad consigue sugerirlos gracias a una precisa combinación de puntos más grandes o más pequeños.