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La familia del pintor de Jordaens

Publicado por A. Cerra
La familia del pintor de Jordaens

La familia del pintor de Jordaens

Esta obra en la que el pintor flamenco Jacob Jordaens (1593 – 1678) se ha retratado con toda su familia en la actualidad se conserva en el Museo del Prado de Madrid. Y es un óleo pintado sobre lienzo de un tamaño respetable, de más o menos 180 x 180 centímetros, lo que le da un formato cuadrado que es un tanto extraño para este tipo de obras.

Es una escena muy intimista, habitual en los retratos de la pintura holandesa. Vemos a todos los integrantes de la familia en una zona de su residencia, posiblemente en un jardín o espacio exterior, por lo que también aparecen sus animales. El pintor se retrata en un momento de prosperidad, y ello queda claro en las poses, en la ambientación señorial del jardín, e incluso en que aparece la sirvienta portando una cesta de uva, símbolo de riqueza.

Este tipo de escenas fue habitual entre los pintores flamencos durante el arte barroco, ya que con ello querían ya no solo dignificar su profesión, sino incluso ensalzarla, mostrándose como tipos importantes dentro de la sociedad de su tiempo y que se podían convertir en auténticos triunfadores, algo que a Jordaens le interesaba especialmente.

También era habitual que los artistas emparentaran entre sí. De hecho, de joven Jacob Jordaens entró a trabajar en el taller de Adam van Noort, con el que también había aprendido Rubens. Y con el tiempo, Jordaens acabó casándose con la hija de su maestro, Catalina, que es su mujer que aparece sentada junto a la hija de ambos.

Jordaens es un excelente cronista que nos presenta en sus pinturas la sociedad de Flandes durante el siglo XVII, con obras como su homenaje a la glotonería de sus compatriotas en El rey bebe. Sin embargo, el conjunto de su obra, aun siendo importante dentro del Siglo de Oro flamenco, de alguna forma está en un peldaño inferior a la de sus contemporáneos Rubens o Van Dyck, por adolecer del potente clasicismo del primero y de la finura del segundo. Si bien, los tres trabajaron juntos en alguna ocasión como en el Convento de los Agustinos de Amberes.

Por otro lado es interesante ver su fuerte contenido realista en algunas obras, en las que exalta mucho la vida popular, siempre en unos ambientes muy vitalistas. Algo que también nos muestra aquí, donde todo queda inundado por un espíritu muy burgués y el gusto por la opulencia.

Y en cuanto a cuestiones pictóricas, la obra la podemos definir como típica del Barroco pleno con elementos claves como es el rico colorido, la abundancia de detalles y de contrastes, y la delicadeza a la hora de retratar también el vestuario de la familia, el mobiliario o los jarrones con flores.