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La Matanza de Corea, Picasso

Publicado por Laura Prieto Fernández

La matanza de Corea es un óleo sobre lienzo realizado por el artista español Pablo Picasso a mediados del siglo XX. A lo largo de la historia del arte podemos encontrar diferentes cuadros que se realizaron a modo de denuncia social y con los que se pretendía poner de manifiesto las injusticias de las diferentes épocas; en este sentido debemos destacar obras tan conocidas como Los Fusilamientos del tres de Mayo realizados por Goya u otro cuadro del mismo Picasso, El Guernica. Así, en la Matanza de Corea el artista malagueño critica una vez más el belicismo de la época y alza un grito en favor de la paz.

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Las tensiones en la zona de Corea habían sido una constante en su historia. Divida en dos países diferentes, Corea del Norte y Corea del Sur, y permanentemente enfrentados el conflicto entre ambas regiones estuvo marcado por los intereses mundiales. Así en 1950 EEUU entró a formar parte del conflicto luchando contra la región del Norte cuando ésta atravesó el paralelo 38º con la intención de ocupar la región del Sur.

Picasso presentó en El Salón Oficial de 1951 el que se ha considerado a lo largo de la historia como el primer cuadro antiestadounidense. La obra representaba la matanza de los soldados americanos a los lugareños de Shinchun, provincia de Hwanghae. El lienzo está divido en dos partes por un río que atraviesa la composición: en la zona de la izquierda un grupo de soldados americanos carga con sus armas contra la población coreana, en el margen derecho del río los habitantes de Shinchun –mujeres y niños desnudos- esperan su cruel destino. Al fondo las ruinas de una ciudad son el único recuerdo que queda de Hiroshima.

Los soldados están deshumanizados, ninguno muestra su rostro. El casco que los protege actúa de metáfora para destacar la idea de que tan sólo son marionetas con un papel que cumplir. Las armas que utilizan, son a todas luces desproporcionadas contra una población indefensa y éstas representan el avance tecnológico desproporcionado. Por su parte, en el grupo de coreanos se pueden apreciar distintas expresiones: algunos niños juegan despreocupados y corren hacia sus madres, una mujer mira con asombro a los soldados americanos mientras el resto del grupo muestra un terror desgarrador. Parece que el artista haya pretendido plasmar una gradación en la actitud de las víctimas.

Tras su exposición en el Salón de 1951, la crítica atacó a Picasso puesto que apreciaba que la representación de La matanza de Corea era una revisión de la obra de Goya y no un lienzo a favor de la paz. Si bien es cierto que la semejanza entre ambos lienzos es indudable, en la obra de Picasso también podemos encontrar influencias de Manet con su obra El fusilamiento de Maximiliano o incluso de Jaques – Louis David con El juramento de los Horacios.

Sea como fuere lo cierto es que la obra de Picasso se ha convertido con el paso de los años en un argumento por la paz, fue el símbolo del Partido Comunista francés donde el artista militó y por el contrario su exhibición estuvo prohibida en Corea del Sur hasta casi los años noventa.