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Nastagio Degli Onesti, Boticelli

Publicado por Laura Prieto Fernández

Bajo el título de la Historia de Nastagio degli Onesti se engloban cuatro tablas pintadas al óleo que representan esta trémula historia de amor fantasmal recogida por Bocaccio en el Decamerón. En la década de los cincuenta, entre 1351 y 1354, el escritor italiano Gionavanni Bocaccio (1313 – 1375) publicó un conjunto de cien relatos cortos que había reunido en la que se convertiría en su obra más destacada, el Decamerón; los relatos del humanista versaban sobre amor, fortuna, la muerte… y uno de los más destacados fue precisamente la historia de Nastagio que Boticelli recogió en sus cuatro tablas.

1. The Story of Nastagio degli Onesti (first episode)

La obra de Boticelli representa El infierno de los amantes crueles: Nastagio Degli Onesti era un joven de Rávena que había sido rechazado en numerosas ocasiones por su amada; un día en el bosque el joven Nastagio pudo ver una escena fantasmal en la que una joven corría desnuda por el bosque mientras era perseguida por su amado a caballo y una jauría de perros que terminaban por devorarla. La escena presenciada por Nastagio era la maldición de dos amantes, ella había rechazado al joven y él terminó suicidándose. Nastagio creyó que la espectral escena podría ayudarle con su amada y cuando ésta presenció la terrible matanza de la joven decidió aceptar a Nastagio en matrimonio y juntos tuvieron una vida feliz.

Parece ser que las obras fueron encargadas al artista por Lorenzo de Médicis como regalo de boda para Giannozzo Pucci y Lucrezia Bini; durante mucho tiempo se ha barajado la hipótesis de que las tablas fuesen cassones, baúles nupciales que se regalaban en las bodas para guardar el ajuar y que acostumbraban a pintar con escenas alegóricas y románticas, el artista también pintó en esta uno de estos cassoni con el tema de Venus y Marte que se ha convertido en una de sus obras más destacadas. Sin embargo algunos estudiosos apuntan que el tamaño de las tablas debía resultar demasiado grande para tratarse de cassoni y apuntan a la posibilidad de que se tratase de tablas decorativas –spallieras- que podrían engarzarse en los paneles de madera de las paredes y que posteriormente serían muy populares en la Francia de Versalles conociéndose como boiseries.

Sea como fuere las tablas permanecieron en la familia Pucci hasta el siglo XVIII. En el XIX las obras fueron adquiridas en por la colección Spiridon de Alemania, posteriormente la Fundación Pucci logró recuperar una de las tablas – la última de las tablas que representa El Banquete- mientras que las otras tres tablas se encuentran en la actualidad en el Museo del Prado de Madrid.

Durante mucho tiempo se debatió acerca de la verdadera autoría de las tablas y en la actualidad los historiadores han llegado a la conclusión de que Boticelli debió de realizar el diseño de las cuatro tablas y trabajar en algunas de las principales partes de cada una de ellas pero que la ejecución general debió de correr a cargo del taller del artista que contaba con aprendices de la talla de Filippo Lippi o Sellaio.