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Retrato de Jovellanos, Goya.

Publicado por Laura Prieto Fernández

Realizado en torno a 1798 y siguiendo la técnica de óleo sobre lienzo, Francisco de Goya y Lucientes (1746-1828) representó en este retrato de tipo realista a uno de los hombres ilustrados más famosos en la España de los siglos XVIII y XIX, Gaspar Melchor de Jovellanos.

Jovellanos, que había nacido en Gijón en 1744, fue un político ilustrado que gozó de gran fama y respeto. El Ilustrado pronto mostró gran admirador por la figura del pintor zaragozano, siendo ésta la segunda ocasión que dejaba un retrato suyo en manos del artista. El primer retrato que Goya hizo de Jovellanos fue en torno a 1780-83, Jovellanos con el arenal de San Lorenzo al fondo, en él el político aparece de pies apoyado sobre el bastón y con un paisaje de marina al fondo, Gijón. Es posible que el cuadro se hiciera como conmemoración a un viaje del político a su tierra tras años de ausencia.

Pero el retrato que aquí nos ocupa es muy diferente. Goya representa a Jovellanos como Ministro de Gracia y Justicia, en su despacho el político parece cansado y apesadumbrado. Está apoyado sobre su mesa del despacho encima de la cual descansan un sinfín de documentos aún por revisar. Este nuevo Jovellanos no parece tan lozano y galante como el representado en el arenal de San Lorenzo. Es un retrato sobrio y frío, la figura no presenta ninguna medalla o galón, tan solo el peso de su responsabilidad está ante él. La obra sigue una composición clasicista, el representado aparece sedente en la silla de su despacho, sostiene su rostro con una de sus manos que apoya en la mesa mientras que con la otra sostiene una nota sobre sus rodillas. Es la misma imagen que los poemas de Menéndez Valdés nos ofrecen, por aquel entonces, del político ilustrado.

El Goya que alagaba a sus retratados ha tocado a su fin, en esta obra el artista realiza un retrato veraz y realista, pinta a Jovellanos tal y como es, un hombre maduro de pelo cano, mejillas sonrosadas. Un intelectual y un melancólico, precisamente ambos adjetivos son simbolizados en su mesa de trabajo. Los bucráneos tallados hacen alusión a la melancolía mientras que el busto de la diosa Minerva lo hace a la inteligencia y sabiduría. Bajo el busto aparecen las armas de uno de los proyectos más importantes que Jovellanos llevó a cabo y hacia el que más orgullo sentía el Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía.

La posición del representado y la aparición de la lechuza hace que algunos historiadores hayan establecido una relación entre esta obra y uno de los caprichos de Goya “El sueño de la razón produce monstruos”. En ese grabado una figura masculina, el propio Goya, se desploma sobre una mesa como parece que va a hacer el mismo Jovellanos de un momento a otro, sobre su espalda una lechuza le tiende una pluma mientras que en la obra de Jovellanos se limita a aguardar impasible los acontecimientos.