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Manto de Roger II

Publicado por A. Cerra

Manto de Roger II

En otros posts anteriores hemos visto como en Sicilia durante la Edad Media se da un arte con variadas influencias que funde las formas del arte románico pero también las de las creaciones normandas o de los musulmanes. Es algo que ya hemos visto en lugares como la Capilla Palatina de Palermo o en la Catedral de Monreale. Sin embargo ahora lo vamos a comprobar en una pieza artística de gran valía, el Manto de Roger II, una rica pieza textil que en la actualidad se conserva en el Museo de Arte Histórico de Viena, en Austria.

Y, ¿por qué se halla hoy en día en Viena? Pues porque este manto junto con otras ricas piezas de indumentaria protocolaria, es decir, sandalias, dalmática, guantes, calzas,… eran el vestuario que durante muchos siglos se empleó en la ceremonia de coronación de los diferentes emperadores del Sacro Imperio Romano.

Sin embargo, esta pieza bordada con hilos de oro y azul marino, con la incorporación de perlas naturales y con la seda tintada en el color rojo carmesí del cotizado tinte de grana quermes, fue realizada muy lejos de la capital austriaca, concretamente en Tiraz, en los talleres reales de la corte normanda de Palermo.

Ya sabemos dónde y quiénes confeccionaron el manto, ahora falta el cuándo. Pues la misma pieza nos lo dice, ya que se puede leer en su borde toda una leyenda en caracteres cúficos, y allí indica que se confeccionó en el año 528 de la Hégira, lo que es lo mismo, entre el 1133 y 1134 de nuestra Era.

Es curioso, no es la única alusión a la cultura musulmana que se aprecia en el manto. Hay más. Por ejemplo, vemos que el motivo representado es especular, es decir, está dos veces a modo de reflejo separado por un eje vertical que sería la palmera datilera del centro. Pues bien, ese motivo repetido es un león, símbolo del poderío de los normandos. Un león que tiene la cabeza erguida y el pecho prominente, o sea, la actitud de un vencedor que tiene a sus pies a camello vencido, animal con el que inevitablemente se hacer referencia a los musulmanes, contra los que tanto habían luchado los normandos en las Cruzadas de Tierra Santa.

No obstante, no hay que llamarse a engaño, ya que mientras se hacían estas imágenes, el propio Roger II fue considerado durante un tiempo como alguien medio pagano, por su tolerancia hacia los mahometanos, e incluso él tenía unas formas de vida muy parecidas a los musulmanes, los cuales tras una larga presencia en Sicilia habían dejado una importante herencia cultural. E incluso llegó a permitir la libertad de culto y de lengua. Eso sí, no tuvo ningún reparo en poseer un potente flota que dominó gran parte del norte de África, desde Argelia hasta Libia.