Códice Borgia
Codex Borgia, página 21
A diferencia de otros códices de las culturas prehispánicas, el Codex Borgia es realmente de una época anterior a la llegada de los españoles al continente americano. Por eso no hay anotaciones en nuestra lengua, ni traducciones. Lo cual hace que sea complicado adjudicarle un origen concreto.
Además su propia temática, mostrando rituales, calendarios y ciclos adivinatorios, hace que tampoco se mencionen nombres concretos ni emplazamientos geográficos reales. De manera que no se puede adscribir a una zona exacta. No obstante, los historiadores parecen ser partidarios de relacionarlo principalmente con dos zonas de México. Para unos se hizo en el entorno de Puebla o de Oaxaca. Mientras que toros los ubican más en el área de Veracruz.
Codex Borgia, página 23
El caso es que todos los investigadores lo datan entre el siglo XIV y el XV, y se considera junto al Códice Zouche-Nutall, una de las grandes joyas del arte mixteca. Y curiosamente los dos están muy lejos de su tierra de origen, ya que mientras el Nutall está en el British Museum de Londres, el Códice Borgia se custodia en la Biblioteca de los Palacios Vaticanos, adonde llegó al ser donado por el cardenal Stefano Borgia, de ahí su denominación.
Materialmente se trata de una larga piel de venado, una piel curtida en su más de 10 metros de extensión, y que se dobló en forma de biombo creando 39 secciones cuadradas de unos 27 cm. de lado. Y a esa piel curtida, después se le aplicó una delgada capa de estuco, para blanquearla, alisarla y que fuera más sencillo dibujar y colorear sobre ella.
Codex Borgia, página 71
En cuanto a ese dibujo queda expuesto de forma muy clara, ya que todas las figuras están definidas y delimitadas por una línea negra, cuyo interior se rellena de color, siempre sin matices, ni sombreados, solo la mancha de color. Una técnica en principio muy sencilla y un tanto naif. Todo lo contrario a su temática, que para nuestra cultura es prácticamente indescifrable, por los muchos misterios y relatos que cuenta, gracias a los cuales también nos podemos hacer idea de los rituales e incluso las diversiones de la cultura mixteca.
