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Origen del arte. Arte mueble.

Publicado por Chus

venus Lo que nosotros denominamos arte se liga a la aparición de nuestra especie en el planeta, ya que nos resulta desconocido si los homínidos anteriores a nosotros practicaron, fabricaron o necesitaron el arte, puesto que no se han encontrado restos que hayamos reconocido como tal. Parece sorprendente que homínidos como los neandertales, capaces de tallar herramientas en el modo 3 o Musteriense, que necesita una gran capacidad de abstracción (pues con la técnica empleada (Levallois) no se trabaja la piedra para producir directamente el instrumento, sino que se prepara el núcleo dándole una forma determinada, para obtener después las lascas que habría que retocar para proporcionarles el acabado final), y que al enterrar a sus muertos se piensa que podría haber practicado algún ritual, no utilizase alguna forma de decoración o manifestación mágica, o alguna otra forma de arte. Tal vez si practicó la música de percusión no han quedado evidencias, si usaron hueso, madera o piedras. Se sabe que tenían capacidad para hablar y tal vez cantasen o recitasen poemas, lo cual no fosiliza, lo mismo que los adornos o pinturas corporales, si las hubo.

Las primeras manifestaciones artísticas del homo sapiens que se han encontrado, muestran una gran perfección técnica y aparecen avanzadas en el tiempo, por lo que se cree que las creaciones más antiguas se han perdido. La cronología las sitúa en el Paleolítico Superior desde el 35.000 a C., fecha en la que aparecen dibujos lineales realizados con las manos sobre arcilla en la zona de la escuela franco-cantábrica, hasta el 8.500 a. C. (mesolítico); en torno al 23.000 a. C. se datan las Venus de Willendorf y Laussel; sobre el 17.000 a.C. la cueva de Lascaux y en torno al 15.00 a.C. las cuevas de Niaux, Trois Frères y Altamira.

Entre los restos más antiguos se encuentra el arte mueble o mobiliar, que es aquel que puede ser transportado, llevado de un lugar a otro, como por ejemplo instrumentos de pequeño tamaño de hueso o marfil, estatuillas como las venus, bastones de mando, etc.

Aparecen tallas, que normalmente son útiles variados, a los que se dota de un sentido simbólico, como agujas, arpones, cuchillos, colgantes,…, adornados con motivos diversos, bien por formar parte de algún ritual o simplemente por el goce de tener algo “bello”. De entre todos estos objetos destacan los “bastones de mando”, que presentan una decoración tallada que hace referencias al poder del Jefe, lo cual nos sirve para hacer constar una de las primeras funciones del arte en la sociedad, distinguir a unos individuos de otros, marcar jerarquías, simbolizar en un objeto una casta o un poder determinado.

Entre las esculturas propiamente dichas destacan las Venus Paleolíticas, una serie de figuras que representan de forma esquemática la figura femenina con sus atributos muy marcados, tratando de forma secundaria otras partes del cuerpo. Son de pequeño tamaño (entre 5 y 20 centímetros) y parecen estar relacionadas con el culto a la fecundidad, una especie de “exvotos” con un sentido mágico propiciatorio hacia la madre tierra, para asegurar la supervivencia de la tribu, semejantes a la magia simpática de la pintura parietal. Las hay en relieve, como por ejemplo la Venus de Laussel (Dordoña, Francia) o en bulto redondo, como la de Willendorf (Austria), Lespugue (Francia), etc. Todas ellas presentan una estructura anatómica caracterizada por la exageración de los trazos femeninos, caderas, pechos y vientre y carecen de rasgos faciales. Presentan un diseño cerrado y responden a la ley de la simetría. No se trata de una representación naturalista de una mujer, sino una estatua-símbolo que contiene el concepto abstracto de la fecundidad-maternidad.