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El origen del mundo, Courbet

Publicado por Laura Prieto Fernández

El origen del mundo es una de las obras de arte que más controversia ha creado en toda la historia de la pintura; la obra ha levando ampollas entre los sectores más conservadores del arte de la misma manera que ha suscitado numerosas alabanzas en relación a la osada temática utilizada por el artista y su arriesgada composición. Se trata de un óleo sobre lienzo que fue realizado por el artista realista Courbet y que representa a una figura femenina cuyo encuadre nos dirige directamente hacia su sexo mientras que el rostro de la fémina queda fuera de la composición.

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Gustave Courbet (1819 – 1877) es una de las figuras artísticas más importantes de la tendencia realista. Nacido en una familia acomodada el artista comenzó a estudiar derecho y no fue hasta la década de los cuarenta cuando comenzó a interesarse verdaderamente por la pintura. En su formación destaca la figura de Bovin o los hermanos Le Nain, sin embargo su mayor influencia sería la obra recargada y barroquista de Rembrandt que pudo conocer en un viaje realizado a Holanda en 1848. Su concepción pictórica, al igual que la ideológica fue bastante radical; el artista participó en algunos levantamientos militares de la época y artísticamente planteó la necesidad de una ruptura con las formas neoclásicas y los manidos temas del romanticismo.

Con El origen del mundo el artista pone de manifiesto su faceta más realista y provocadora en un lienzo que representa una ruptura en la concepción artística de todos los tiempos. Parece ser que la obra fue realizada por el artista motu proprio, es decir que el lienzo no fue realizado bajo ningún encargo. Dos años después de ser realizado, en 1868, la obra fue adquirida en una subasta por un conocido anticuario, Antonio la Narde. Unos años después Edmon Goncourt los compró en una tienda de antigüedades y a principios del siglo XX el lienzo era propiedad del barón Ferencz Hatvany. Tras la Segunda Guerra Mundial el barón vendió el lienzo a Jacques Lacan quien en lugar de exponerlo lo recluyó en su casa de campo hasta que en 1981 tras su muerte la obra de Courbet pasó a manos del Estado francés. De nuevo el lienzo quedó sin exponer y hubo que esperar hasta 1995 para que el lienzo se colgase en el Museo de Orsay de Paris donde permanece en la actualidad.

En realidad la temática del lienzo puede no resultar demasiado novedosa, el desnudo femenino había sido representado desde la antigüedad pero en ninguna de estas manifestaciones artísticas el erotismo de la obra había sido tan manifiesto como en el lienzo del Courbet. El encuadre del lienzo se ha fijado en el sexo de la joven; su vagina es el centro de la composición y su rostro queda fuera del lienzo negando su identidad al espectador. De esta manera Courbet pone de manifiesto su verdadera intención, la representación de la sensualidad femenina en toda su esencia sin importar la identidad de la joven modelo.