El taller del pintor, Courbet
El taller del pintor es una obra pictórica realizada por el artista realista Gustave Courbet (1819 – 1877) en óleo sobre lienzo. En realidad, su título completo es El taller del pintor, alegoría real, determinante de una fase de siete años de mi vida artística (y moral) aunque con frecuencia se conoce como Alegoría real o simplemente El taller del pintor.
Courbet pintó esta obra de enormes dimensiones, mide más de tres metros de alto y cinco de ancho, entre 1854 y 1855. La idea del artista era presentar la obra junto con otras once al Salón de la Exposición Universal de Paris celebrado aquel mismo año sin embargo el salón rechazó esta obra y Courbet en un gesto de reafirmación propia decidió organizar una exposición paralela al salón oficia: El Salón del Realismo; sin embargo la obra no recibió tan buenas críticas como el pintor hubiera querido y fue calificada de vulgar y mediocre.
La obra representa el taller del artista y las figuras representadas son alegorías de la trayectoria artística del pintor. Su obra, además de un intrincado programa iconográfico, presenta gran complejidad a la hora de clasificarla dentro de un género pictórico: utiliza el formato apaisado tan típico de la pintura de historia y con acierto parece que el pintor representa una escena del pasado pero también están presentes géneros como el retrato, una obra de género e incluso un bodegón.
La obra se dispone en tres franjas verticales bien diferenciadas: en la zona central el pintor realista pinta una escena paisajística mientras a su espalda una mujer desnuda reclama su atención, el conjunto se completa con la presencia de un gato blanco y un pequeño niño que mira el paisaje de Courbet ensimismado. Ambos – el niño y la mujer desnuda- representan los espectadores ideales, libres de perjuicios.
En la zona de la izquierda se representa un grupo de personajes ajenos al arte que el mismo denomina como “los que medraban con la muerte” y donde representa no sólo a sus enemigos sino también a aquellos involucrados con la pobreza, entre ellos destaca la figura de un cazador que se parece sospechosamente a Napoleón III.En el grupo de la derecha el pintor representa doce personajes que se identifican como amigos del arte y por ende con el propio Courbet, algunas de estas figuras son Baudelaire, Champfleury, Proudhonm…
La luz penetra en la estancia por la ventana de la derecha iluminando a los personajes de la derecha, los amigos del pintor, y se oscurece a medida que avanzamos hacia la izquierda; de hecho la tela es bastante oscura ya que el pintor tenía la costumbre de imprimar primero el lienzo en negro y después realizar las zonas más claras.
La paleta está dominada por las tonalidades terrosas y negras, el empaste es cargado con una gran cantidad de pintura que si bien no confiere el gusto acabado de las corrientes academicistas se presenta con gran fuerza ante el espectador.
La obra de Courbet servirá como influencia a artistas tan importantes como el mismísimo Manet en obras como La música de las Tullerías. Hoy la obra se conserva en el Museo de Orsay en Paris.