Arte

Murnau según Kandinsky

Publicado por A. Cerra
Murnau de Kandinsky

Murnau de Kandinsky

El título completo de esta obra de Wassily Kandinsky es Murnau – Vista del ferrocarril y castillo, y fue pintada en el año 1909 con óleo sobre cartón. En la actualidad se conserva en una galería de la ciudad alemana de Munich.

Murnau es un pueblecito germano de la Alta Baviera, al sur de Munich. Allí viajaba a menudo Kandinsky acompañado de su pareja Gabriele Münter, y definitivamente en 1909 decidieron comprar ahí una casa para instalarse, una casa que por cierto también pintó Kandinsky.

Se trata de un lugar muy tranquilo en el que el artista conseguí la calma y al mismo tiempo recuperaba su tenacidad tras las críticas feroces que su pintura estaba recibiendo por excesivamente revolucionaria.

Durante estos años, previos a su más característica pintura abstracta, el arte de Kandinsky se ha calificado de fauvista y expresionista, y si bien es verdad que son obras que poseen elementos de esos dos estilos, también es cierto que hay mucho más. Es una época en la que al pintor no le satisface ya el Postimpresionismo.

Se trata de una pintura en la que todavía se reconocen los motivos que la inspiran, pero en cambio no hay auténtica fidelidad hacia los modelos que pinta en su obra. Sí que es identificable por ejemplo el tren, pero no es un tren real.

Las formas que nos presenta son aplanadas para simular una especie de siluetas. Lo hace con una pincelada muy pastosa, a base de colores vibrantes y vivos que contrastan enormemente con el color negro del ferrocarril y con el blanco del humo y de las nubes del cielo. De hecho, la imagen está completamente dominada por el color más que por las figuras que nos presenta.

Es algo muy propio de esta fase de pinturas realizadas durante este periodo de residencia en Alemania. Son obras que conservan la estructura del tema pero lo transforma en la síntesis de las formas y en una potente alegría de tonos y contratonos de color.

Kandinsky había llegado a Munich en el año 1896, y por aquel entonces esta ciudad bávara era uno de los centros artísticos más activos de Europa. Tanto en Munich como posteriormente en Murnau experimentó en profundidad sobre su arte y reflexionó mucho sobre cuestiones estéticas, tanto que es un periodo clave para comprender la inmediata génesis del arte abstracto que lo convierte en uno de los baluartes de las vanguardias históricas de comienzos del siglo XX.

En Alemania se relacionó frecuentemente con otros artistas de inquietudes semejantes, tanto es así que formó varios grupos, aunque con ninguno de ellos llegó a conseguir un éxito rotundo. El más famoso de esos grupos fue Der blaue Reiter (El jinete azul). Fue un periodo muy activo artísticamente que se truncó años después con la I Guerra Mundial, cuando Kandinsky decidió regresar a su Rusia natal. Y no volvería a Alemania hasta 1921, donde se instaló y llegó a alcanzar la nacionalidad. Sin embargo, más tarde con la llegada de los nazis al poder, se tuvo que exiliar, llegando a París donde finalmente moriría en 1944.