Alcazabas y murallas de Almería
La Alcazaba de Almería se eleva sobre el llamado cerro de San Cristóbal en la parte más alta del núcleo urbano de la ciudad y es una construcción realizada a lo largo de los siglos. Si bien, sus orígenes se remontan a mediados del siglo X.
Por aquel entonces, esta provincia de Andalucía estaba bajo el dominio del califa de Córdoba, Abderramán III. Y fue él quien ordenó su construcción en el 955 como punto defensivo y de vigía, al controlar desde su emplazamiento gran parte del tráfico marítimo del entorno, así como muchas tierras del interior de la provincia.
Pero desde aquella construcción inicial, el conjunto fue creciendo, tanto en la época de los reinos de Taifas, como posteriormente bajo el dominio ya cristiano. Por esa razón, hoy en día se pueden distinguir entre las murallas y la alcazaba almeriense hasta tres recintos distintos, dos de origen musulmán y uno tercero de época cristiana.
Así el primer recinto amurallado es bastante amplio, y allí hay varios aljibes para la resistencia de gran parte de la población en caso de asedio. Hoy en día, es una zona ajardinada, pero antaño hubo aquí numerosas viviendas. Evidentemente contaba con un punto destacado de vigilancia del mar, ya que esa fue la razón principal que inspiró su construcción por parte de Abderramán III, porque en su época Almería se había convertido en el puerto más importante del califato omeya.
En cuanto al segundo recinto, seguramente es el más interesante de todo el conjunto. Era un auténtico palacio amurallado que debió alcanzar su momento más esplendoroso durante la taifa del rey Hayran I, a comienzos del siglo XI. Aunque los terremotos han hecho que haya llegado muy parcialmente hasta nuestros días.
Y por último, el tercer recinto ya es una obra de tiempos de los Reyes Católicos, una vez conquistada la ciudad a finales del siglo XV. Aquí es donde se encuentra las torres emblemáticas de la Alcazaba, sobre todo la del Homenaje. Y son torres de piedra, mientras que la mayoría de obras musulmanas eran hechas con una material más endeble como es el tapial.
En definitiva, estamos ante un conjunto con más de mil años de historia, en el que lo que más destacan son sus murallas, que alcanza un espesor de 3 metros en muros de unos 5 de altura. Pero también atraen las miradas las torres, tanto de planta semicircular (cristianas) como cuadradas (musulmanes).
No obstante, lo que hoy se aprecia sobre todo como un espacio militar y para la defensa de la ciudad y su puerto, también fue un lugar de residencia y se pueden apreciar los restos de un palacio, de una mezquita, viviendas varias y hasta baños públicos.