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Murallas de Khiva

Publicado por A. Cerra

Muralla de Khiva

La Muralla de Khiva es una de las muestras más singulares dentro del enorme patrimonio histórico y artístico que atesora Uzbekistán. Es un monumento grandioso literalmente, ya que estamos hablando de un recinto amurallado que se prolonga durante unos 2 kilómetros en una forma prácticamente cuadrangular. Y a lo largo de ese recorrido lo más llamativo no son los 8 metros de altura que pueden alcanzar sus muros, o los 6 metros que tienen de espesor en algunos puntos. Lo más llamativo es la forma de sus bastiones curvados que articulan todo su trazado. Unos bastiones cuyos muros tiene una pronunciada inclinación decreciente en altura, dándole un aspecto inconfundible y de inexpugnabilidad a la muralla.

Para comprender su existencia hay que conocer su ubicación geográfica. Khiva se encuentra en la provincia de Corasmia, en uno de los tramos más áridos del país, ya cerca del actual territorio iraní. De manera que en Khiva había un oasis de agua, por lo que se convirtió en una parada obligada en el próspera Ruta de la Seda que tantos monumentos y joyas ha dejado en ciudades de Uzbekistán, como Samarkanda o Bukhara.

Ese oasis por supuesto era de enorme valor, así que se estima que desde el siglo V hubo algún tipo de amurallamiento protector. Si bien esas murallas han ido modificándose con el tiempo hasta lo que vemos en la actualidad.

Hoy es admirable ver como se mantienen esos muros realizados a partir de barro cocido y ladrillos. Unos muros que encierran y protegen un recinto de aproximadamente 650 x 400 m. Atravesando las puertas de la muralla se accede a la ciudad antigua o Itchan-Kala. Mientras que la ciudad extramuros es más moderna y se denomina Dichan-Kala.

En cuanto a las puertas, originalmente se abrieron cuatro, coincidiendo con los puntos cardinales y también con los dos ejes principales de la trama urbana. No obstante, hoy solo se conservan tres de ellas. Y es que la historia de Khiva es bastante convulsa y eso ha producido muchos cambios en su aspecto.

Si bien, Khiva fue una parada importante en la Ruta de la Seda durante siglos, a partir del siglo XVI pasarían un tiempo ocupada por tribus nómadas y luego pasaría a ser capital de un nuevo estado llamado Kanato de Khiva, y así se instauró un dinastía que perduró hasta que Rusia se anexionó el territorio, el cual más tarde se convirtió en parte de la URSS. Aún así, la conservación de sus murallas y todo el conjunto de la ciudad vieja, donde no faltan mezquitas, minaretes o palacios históricos es de una belleza especial y un valor incalculable. Tanto que está catalogado el conjunto como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.