Características generales del templo griego
La diferencia más profunda que separa la polis griega de la ciudad prehelénica es la aparición del templo como alma de la ciudad y objetivo casi único de la arquitectura. El templo constituye una unidad cerrada en sí misma que responde a unas estudiadas medidas de proporción y ritmo, las cuales no pueden alterarse sin ir en detrimento de su propia belleza. El templo se edifica para alojar la representación de la divinidad y no como lugar destinado a acoger a los creyentes. Toda la ceremonia religiosa tiene lugar en el exterior del templo.
La vida diaria se organiza en torno al templo, allí se celebran las leyes y los tratados, se escucha la voz de los oráculos, se dedican estatuas a los vencedores olímpicos, etc.
Los templos más antiguos apenas se diferencian de las habitaciones de los hombres, pero poco a poco el edificio se complica y se embellece con pórticos de columnas, adornos escultóricos, se colocan revestimientos de terracota y mármol hasta alcanzar formas monumentales.
En un principio los materiales innobles como la madera y el adobe eran utilizados para la construcción de los templos, más tarde se impusieron materiales más nobles como la piedra y el mármol. Como ya mencionamos la arquitectura griega edifica con forma a la escala humana. Los templos se orientan de Este a Oeste para que le de poca luz. Generalmente se crean con planta cuadrada, pero existieron otros templos de planta circular conocidos como Tholos.