Arte

La Bauhaus (I)

Publicado por Chus

bauhaus.jpg

En el año 1919 el arquitecto Walter Gropius fundó una escuela de diseño, arquitectura e industria en Weimar, llamada Bauhaus, que duró lo que la República del mismo nombre, es decir hasta que triunfó el nazismo en Alemania. Fue una escuela de arte en la que trabajaron algunos de los artistas más importantes de la época, que tenía entre sus finalidades unir en una formación artesana las nuevas exigencias de la tecnología y de la industria.

La base de la enseñanza del complejo estaba en la formación en los talleres, dando capital importancia a la formación práctica de los alumnos. Los talleres eran de escultura, pintura, teatro, ebanistería, alfarería, tapicería, publicidad, arquitectura, grabado, etc. y servían para experimentar la producción industrial y en serie, vendiendo en ocasiones las patentes a diferentes fabricantes. Es la formulación práctica de lo que hoy conocemos como diseño.

La primera etapa de la Bauhaus se desarrolló entre los años 1919 y 1924-25, siendo Walter Gropius su director, la segunda comprende entre 1925-30, momento en que la escuela se trasladó a Dessau, dirigida por Gropius y Hannes Meyer y la tercera entre 1930 y 1933 estuvo dirigida por Mies van der Rohe, período en el que la escuela pasó a Berlín, donde fue cerrada por los nazis.

Entre los pintores que trabajaron en la Bauhaus destacan Paul Klee y Vasili Kandinsky. Klee fue llamado en 1920 por Gropius como profesor de la Bauhaus, en la que permaneció hasta 1931. La escuela contribuyó a desarrollar su espíritu experimental, cultivando el grafismo y creando imágenes irónicas consideradas como símbolos. Publicó en 1920 “La confesión creativa”, reflexión teórica sobre la manera de entender el arte, en consonancia con Kandinsky. Klee entiende el grafismo como medio hacia el arte abstracto, y toma como elementos esenciales el punto, la línea, el plano y el espacio. Entre sus obras de esta etapa destacan “Pequeño puerto” y “Atmósfera íntima”. Kandinsky fue profesor de dibujo analítico en la Bauhaus, practicando desde la reproducción realista del objeto hasta llegar a su abstracción. En el año 1925 el color se convierte en su tema de estudio desde el punto de vista psicológico y fisiológico, lo que le llevó a establecer asociaciones entre colores y formas y a publicar su teoría en “Punto y línea sobre el plano”. Es la primera etapa, en la que Gropius es el director. Más tarde, a mediados de los años veinte, ya en Dessau, la escuela da cabida a todas las tendencias de la época, con artistas como Tzara, Marinetti, Hausman o Gleizes.

Pero sin duda lo que mayor trascendencia ha dado a la Bauhaus es la arquitectura, ya que uno de sus objetivos primordiales era la “renovación de la arquitectura, del diseño y del mobiliario urbano” y todavía hoy muchas de sus producciones resultan increíblemente modernas, como las lámparas de Brandt, los muebles de Breuer, las vajillas de Bogler o los tapices de Marta Erps-Breuer, pero sin olvidar que sus tres directores Gropius, Meyer y van der Rohe fueron arquitectos. Tras la Primera Guerra Mundial se asiste al culto extremo por los nuevos materiales arquitectónicos (el vidrio, el acero, el hormigón) y por las soluciones constructivas elementales como elemento dominante en la arquitectura, tanto la recta de los racionalistas, como la quebrada o curva de los expresionistas.