Lonja de Paños de Ypres
La lonja de Paños de la ciudad de Ypres en Bélgica se ha convertido en uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad no sólo por estar considerada como una de las lonjas más bellas de la etapa bajo medieval sino por ser uno de los mejores ejemplos de obras restauradas que ha llegado hasta nuestros días.
A lo largo de la Edad Media se desarrolló en Europa una serie de transformaciones que cambiaron completamente a la sociedad; las sociedades medievales evolucionaron rápidamente desde el predominio de la economía rural hacia una economía más urbana donde el comercio adquirió un fuerte auge. En este contexto podemos enmarcar las nuevas formas arquitectónicas que paulatinamente trataban de suplir las necesidades que la sociedad se iba encontrando. Así, bajo los parámetros artísticos del estilo gótico cada vez más difundido en Europa, se fueron levantando edificios destinados a estas actividades comerciales y uno de los más representativos fue las lonjas.
A lo largo de la etapa medieval surgió en Ypres – y en casi toda la zona de los Países Bajos en realidad- una potente industria textil que se convertirá en una de las bases de la sociedad. De esta manera se levantó en el siglo XII un gran edificio que sirviese de mercado e hiciese las veces de almacén del próspero comercio textil que sustentaba la economía de la ciudad. Es precisamente esta función como almacén la que explica que en su origen el acceso a la construcción se hiciese a través de barco por el canal. El edificio original constaba de dos plantas superpuestas con planta rectangular; la planta inferior muy diáfana y espaciosa se utilizaba para llevar a cabo las transacciones comerciales mientras que la planta superior más compartimentada servía a modo de almacén.
Al exterior el edificio está dominado por su gran fachada de ciento veinticinco metros y de carácter horizontal que se rompe con la presencia de un grandísimo campanario, más de setenta metros de altura, hoy inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad, 1999, y que forma parte de la lista de Campanarios de Bélgica y Francia. La fachada aparece decorada por un conjunto de hornacinas de arco apuntado que en origen albergaban un gran conjunto de estatuas aunque hoy muchas de ellas permanecen vacías. En la zona central debemos destacar las hornacinas ocupadas por Balduino I y su consorte María de Champaña, monarcas de Flandes durante la construcción original y las esculturas del rey Alberto I y su esposa, monarcas de Bélgica cuando se llevó a cabo la restauración del edificio.
La Lonja de Paños de Ypres sufrió graves daños en la Primera Guerra Mundial. El edificio fue completamente arrasado en la ofensiva de Ypres cuando las tropas alemanas rodearon casi completamente la ciudad y entre 1933 y 1967 se llevaron a cabo los trabajos de restauración de la mano de los arquitectos J. Coomans y P. A. Pauwels quienes se ocuparon de dejar al edificio en perfecto estado buscando su forma original y realizando una de las reconstrucciones más destacadas de la historia del arte.