San Pedro, Riga
La iglesia de San Pedro situada en Riga capital de Lituania es una de las construcciones más destacadas de la ciudad, en ella se puede apreciar una evolución de estilos conforme a los gustos de cada época. De esta manera en San Pedro, se encuentran trazas constructivas realizadas en estilo románico, en gótico o incluso en barroco.
Lo cierto es que la primera construcción del templo no sabemos exactamente cuando fue pero lo que sí sabemos con seguridad, es que en el siglo XIII ya existía una antigua iglesia o ermita que sobrevivió al incendio acontecido en la ciudad en el año 1209. De esta primera construcción, la realizada en estilo románico, apenas quedan unos pocos restos en el interior del edificio actual y su clasificación resulta más bien complicada.
A principios del siglo XV se decidió levantar un nuevo templo, esta vez siguiendo las características del estilo gótico. La construcción de la nueva iglesia fue dirigida por el maestro Johannes Rumeschottel siguiendo el mismo modelo que el templo de Santa María de Rostock. Las obras fueron terminadas en poco tiempo y a finales de la primera década del siglo XV el templo ya estaba casi listo para su consagración, no obstante ésta hubo de esperar ya que la conocida como Gran Guerra paralizó los trabajos constructivos.
En los años siguientes las obras se reanudaron y en la década de los sesenta comenzaron nuevas obras para unificar el antiguo santuario románico con el nuevo templo gótico, de esta manera se levantó una gran iglesia con planta de cruz latina y tres naves además de un campanario octogonal que a mediados del siglo XVII se derrumbó estrepitosamente.
A finales de ese mismo siglo comenzaron los trabajos de reconstrucción de la torre a cargo del arquitecto Jacob Josten. El arquitecto también se encargó de llevar a cabo una remodelación del interior del templo tanto en la decoración como en los muebles del interior y en la cubierta que realizó abovedada. La desgracia se volvió a ceñir sobre el templo de San Pedro y en 1677 un nuevo incendio en la ciudad acabó con la torre y las cubiertas.
Tras algunos proyectos iniciales una nueva torre fue construida para el templo, en ella se observan cubiertas de cobre así como un gallo y una bola del mundo que rematan la construcción, con sus casi sesenta y cinco metros de altura esta nueva torre campanario era la más alta de Europa.
Además de su impresionante torre, la iglesia de San Pedro es famosa por su impresionante interior. Los visitantes pueden admirar una serie de frescos y pinturas murales que datan de diferentes periodos de la historia de la iglesia. Entre ellos, destaca el retablo mayor, una obra maestra del arte gótico tardío, y una serie de esculturas de madera policromada que representan a varios santos y figuras bíblicas.
En el siglo XIX, la iglesia sufrió una serie de reformas y restauraciones que buscaban devolverle su antiguo esplendor. Durante este periodo, se añadieron varios elementos neogóticos, como los arcos apuntados y las vidrieras de colores, que le dieron a la iglesia su aspecto actual.
No obstante, de aquel edificio apenas queda hoy nada. En el año 1721 un nuevo incendio asoló Riga, la iglesia de San Pedro sufrió numerosos desperfectos y cuando éstos se quisieron subsanar, el templo volvió a ser destruido a causa de la guerra. De esta manera el templo que hoy observamos ante nosotros, es fruto de diversas restauraciones e intervenciones pero a pesar de todo, hoy en día se levanta como uno de los símbolos más destacados no sólo de Riga sino también de Lituania.
La iglesia de San Pedro no solo es un edificio de gran importancia histórica y arquitectónica, sino que también es un lugar de culto activo. A lo largo del año, se celebran numerosas misas y eventos religiosos, y la iglesia sigue siendo un punto de referencia para la comunidad local. Además, la iglesia de San Pedro también es un popular destino turístico, y cada año atrae a miles de visitantes de todo el mundo que vienen a admirar su impresionante arquitectura y a aprender sobre su fascinante historia.