Mausoleo Qin Shi Huang
El conocido como mausoleo de Qin Shi Huang es un gran recinto funerario destinado a albergar los restos imperiales del más famoso emperador de la dinastía Qin, Shi Huang, el primer dirigente tras la unificación de China.
El mausoleo se encuentra a las afueras de la ciudad de Xian, a unos 30 kilómetros, en un lugar conocido como monte Lí. La obra fue de unas proporciones megalómanas -se estima que en su construcción participaron casi 700.000 obreros- con unas dimensiones de cerca de sesenta metros cuadrados, el espacio está ocupado por un conjunto de tumbas diseminadas entre las que destaca la tumba del emperador y un nutrido grupo de guerreros realizados en terracota conocidos como los guerreros de Xian.
Este vastísimo cenotafio estaba edificado con los mismos principios arquitectónicos y urbanísticos con los que fue levantada la primitiva ciudad de Xianyang; el espacio se divide en dos zonas una cubierta y otra externa, en él destaca la tumba del emperador con forma tronco-piramidal y divida en tres espacios o pisos diferentes. Según las descripciones antiguas la tumba posee en su interior inmensos tesoros con los que el emperador fue enterrado, aun así el gobierno Chino no cree que a día de hoy la arqueología cuente con suficiente tecnología como para poder explorar el recinto sin dañarlo. Así, una de las mayores obras de arte del mundo permanece a día de hoy sin explorar mientras las leyendas en torno a lo que podría haber en su interior se acrecientan una y otra vez.
El conjunto se completa con las siete mil figuras de guerreros y caballos realizados en terracota a tamaño real. La distancia entre los guerreros y el emperador tan sólo dista kilómetro y medio; el monarca creía que enterrando en su mausoleo a este gran ejército podrían servirle en la vida de ultratumba.
Se cree que el ejército de Qin se encuentra separado según los rangos que ocuparan, así en 1974 apareció una primera fosa en la que se albergan más de seis mil guerreros, de los cuales no todos han sido desenterrados. Años después se abrió una segunda fosa que se ha conocido como la Fosa de los generales y que parece ser, representa un escalafón superior del ejército del emperador.
Cada una de las figuras está perfectamente individualizada de las demás, los rasgos de la cara son completamente naturalista y realistas. Esta individualización se contrapone con la similitud con la que han sido representadas las puntas de las flechas que llevan los guerreros, esta es tal que algunos historiadores hablan ya de una producción en cadena de los guerreros de Xian. Todas las figuras portaban armadura y algún tipo de arma.
Aparecían policromadas con vivos colores pero la oxidación del pigmento era tan acelerada que en unas pocas horas se perdía la decoración, así los expertos han decidido no seguir con las excavaciones hasta lograr una perfecta conservación de las piezas. A lo largo de los años continuaron los descubrimientos, han aparecido carros realizados en bronce y guerreros imberbes en nuevas fosas.
Desde 1987 el conjunto forma parte de la Lista de Patrimonio de la Humanidad.