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Mausoleo Real de Mauritania

Publicado por A. Cerra

Mausoleo Real de Mauritania

En esta gran tumba circular están enterrados los que fueron los últimos monarcas del histórico reino de Mauritania. Es decir, el rey Juba II y la reina Cleopatra Selene II, siendo esta última la hija de la mítica faraona Cleopatra y su pareja el general romano Marco Antonio.

En la actualidad el monumento funerario se encuentra junto a la autovía que une Argel y Orán, en Argelia. En un paisaje muy distinto al de la época en que se construyó.

Se levantaría hacia el año 3 antes de Cristo, e incluso no iba a tener originalmente un uso fúnebre en exclusiva, sino que se trataba más bien de un monumento dinástico, pero los acontecimientos cambiaron el objetivo.

Su aspecto es muy parecido a otros encontrados tanto en Egipto, el norte de África e incluso en Anatolia. Es una estructura pétrea, con forma circular de unos 60 metros de diámetro, si bien su base es un cuadrado, mientras que en la parte alta, lo que se sería la cubierta va simulando la inclinación ascendente de un cono. Una altura que se ha reducido con el paso de los siglos, ya que se calcula que pudo alcanzar los 40 metros.

Lo cierto es que la obra ha sido escenario de expolios y de pillaje casi desde poco después de construirse. Por ejemplo, en las antiguas descripciones se habla de sus columnas de orden jónico, las cuales también fueron robadas. Por esa razón el interior está absolutamente vacío. Tan solo es visible que estaba dividido en dos cámaras abovedadas, separadas entre sí, y cerradas mediante una losa que solo se podía mover mediante un sistema de palancas.

Además en el exterior solo se descubren los restos de varias puertas falsas. Mientras que la forma de entrar está oculta, semienterrada. Todo ello de lo más misterioso, al igual que el pasaje en espiral que conduce hasta estas cámaras.

Una estructura que siempre fue una invitación para los buscatesoros y los amigos de los pasadizos secretos. Si bien nunca se han encontrado estos últimos, y lo que pudo haber de valor en su interior hace siglos que desapareció.

De hecho solo permanece la estructura arquitectónica, algo es casi milagroso, ya que se trató de destruir en varias ocasiones, incluso en el siglo XVIII se le atacó con artillería, o posteriormente, durante la época colonial, las tropas francesas lo usaron habitualmente como campo de maniobras de tiro. Tuvo que ser el emperador Napoleón III quien prohibiera ese uso en 1866.

Más tarde sería la UNESCO quien lo incluyó en la lista de los monumentos Patrimonio de la Humanidad. Aún así ha seguido siendo objeto de vandalismo, atentados urbanísticos y ruinosos abandonos.