La «living history» en la interpretación del patrimonio
El termino «living history», que podría traducirse como «recreación histórica», hace referencia a una opción, bastante empleada en centros angloparlantes principalmente y de no mucha difusión aún en España, por medio de la cual se busca la transmisión de un conocimiento «in situ», geográfica y temporalmente hablando. Esto es, la vivencia de cómo debió ser un periodo del pasado en/a través de los vestigios materiales de dicho pasado.
Para ello una de las maneras posibles es la escenificación; en este punto no hay que confundir aquellas representaciones en un momento dado a cargo de grupos de actores en museos o centros de interpretación (como las sesiones del Museo del Teatro en Zaragoza, por ejemplo) de las puestas en escena de la «living history». Esta última clase es fruto, por lo general, del trabajo realizado por grupos o asociaciones de historiadores o interesados en la materia que llevan a cabo verdaderas labores de investigación para poder mantenerse fieles a la verdad de cada atuendo, gesto o palabra que escenifiquen.
Destacable es la vivencia que estas personas experimentan: no se disfrazan, se transforman. Lo cierto es que, de esta manera es imposible no sentir empatía por la sociedad objeto de la explicación, además de interés y curiosidad. A su favor cuenta igualmente el hecho de que, en ocasiones, es difícil imaginar las peculiaridades de un tiempo cuyos modelos ya no son los vigentes, solventando estas recreaciones dicho problema.
Un recurso muy bien aceptado, y relacionado principalmente con museos al aire libre, en Gran Bretaña y Francia que aún despierta susceptibilidades en España, llegando a ver en ella determinados críticos una propuesta falseada de la historia. En realidad es muy posible caer en ello, todo depende de la ética de los responsables de la animación: es difícil que un historiador enamorado de la Edad Media falsee datos en función de sus deseos o expectativas ya que su labor habrá sido concienzuda y su metodología exacta.
En España se pueden encontrar asociaciones de esta clase también, muy vinculadas a la historia militar, por ejemplo, y que participan en reconstrucciones históricas ante público, como el Grupo de Reconstrucción histórica Leibstandarte (II Guerra Mundial), el Easy Red (II G.M.), la asociación Ay, Carmela (Guerra Civil española) o la ACCH (Asociación Catalana de Coleccionismo de Uniformes Históricos). Todas ellas hacen hincapié en su no adscripción a una ideología concreta, su afán de recuperación y conservación de la memoria histórica y la importancia de la reconstrucción.
Otro periodo de la historia que no podía dejar de tener sus fan es por supuesto el medioevo: la asociación Alcaçar de Brioga es un grupo de recreación medieval, y renacentista, que pertenece a la Sociedad para el Anacronismo Creativo (SCA) y que posee categoría de club más bien. La época romana cuenta con su proyecto de carácter reconstruccionista en Nova Roma en España, que mantiene igualmente un principio no comercial de constitución, en el dedicado a las luchas de gladiadores Ludus Hispaniense o en el grupo Legio V centrado en el ejército romano de Augusto. Existen otros ejemplos, como el del Clan del Cuervo, que se encarga de la vida de los pueblos escandinavos durante la alta Edad Media, o los Sanjuanistas de Caspe, dedicados al Compromiso de Caspe y con un carácter mucho más teatral.
Además de los mencionados, hay otros grupos y asociaciones en España que se dedican a la recreación histórica de diferentes épocas y eventos. Por ejemplo, la Asociación Napoleónica Española (ANE) se enfoca en la recreación de la Guerra de la Independencia Española, mientras que la Asociación de Amigos del Museo Militar de Valencia realiza actividades relacionadas con la historia militar desde la época romana hasta la contemporánea. También es notable el trabajo de la Asociación Histórico-Cultural Voluntarios de Aragón, que se centra en la recreación de la Guerra de Sucesión Española.
La «living history» no se limita únicamente a la recreación de eventos militares. Existen grupos que se dedican a la vida cotidiana de diferentes épocas, como la Asociación Española de Recreación Histórica (AERH), que abarca desde la Prehistoria hasta el siglo XX, y la Asociación Cultural de Recreación Histórica «El Cid», que se especializa en la vida y costumbres de la Edad Media en la Península Ibérica.
En el ámbito educativo, la «living history» también ha encontrado su lugar. Algunas escuelas y universidades han comenzado a incorporar estas actividades en sus programas académicos, permitiendo a los estudiantes experimentar de primera mano cómo era la vida en diferentes periodos históricos. Esta metodología ha demostrado ser muy efectiva para el aprendizaje, ya que permite a los estudiantes interactuar con la historia de una manera más tangible y significativa.
Asimismo, los festivales de recreación histórica se han convertido en eventos populares en muchas ciudades españolas. Estos festivales no solo atraen a entusiastas de la historia, sino también a turistas y familias que buscan una experiencia educativa y entretenida. Eventos como el Festival Templario de Jerez de los Caballeros, la Fiesta de la Historia en Tarragona, y las Jornadas Medievales de Ávila son ejemplos de cómo la «living history» puede ser una herramienta poderosa para la promoción cultural y turística.
Finalmente, es importante mencionar el papel de las redes sociales y las nuevas tecnologías en la difusión de la «living history». Muchos grupos y asociaciones utilizan plataformas como Facebook, Instagram y YouTube para compartir sus actividades y llegar a un público más amplio. Esto no solo ayuda a aumentar la visibilidad de sus proyectos, sino que también fomenta la creación de comunidades de aficionados a la historia que pueden intercambiar conocimientos y experiencias.
En definitiva, la «living history» es una herramienta valiosa para la interpretación del patrimonio, permitiendo una conexión más profunda y personal con el pasado. A medida que más personas y organizaciones se suman a esta iniciativa, es probable que veamos un crecimiento continuo en su popularidad y aceptación en España y en todo el mundo.