Mapamundi del Beato de Liébana (I parte)
Durante el periodo medieval los conocidos como Beatos –libros iluminados en los que se recogían comentarios acerca del Libro del Apocalipsis de San Juan- fueron muy populares y en este sentido, debemos destacar la conocidísima obra del Beato de Liébana un monje de origen mozárabe que desarrolló su actividad en el monasterio de San Martín de Turieno, en una zona limítrofe de los Picos de Europa que separa Asturias de Cantabria.
El Beato adquirió gran popularidad de la Edad Media y su obra fue muy popular, es precisamente en el prólogo de su segundo libro en donde encontramos la obra que aquí analizamos un gran Mapamundi que representaría la extensión de la Tierra conocida hasta el momento bajo la concepción cristiana. En realidad, la obra que ha llegado hasta nosotros no se trata del mapa original ya que según parece éste desapareció durante los últimos años de la Alta Edad Media, lo que ha llegado hasta nosotros son copias antiguas del Beato que muestran grandes similitudes con la pieza original.
El Mapamundi del Beato de Liébana no trata de ser una representación fidedigna del mundo sino que más bien lo que pretende representar son los territorios por los cuales se diseminaron los apóstoles. El autor se ha basado en las Sagradas Escrituras para realizar el mapa así como en los Escritos de San Isidoro de Sevilla y del autor clásico Ptolomeo.
En consecuencia podemos apreciar un mapamundi que representa la superficie terrestre de manera plana rodeada de dos grandes masas de agua y cubierta por la bóveda celeste en la que se movían el Sol, la Luna y otros cuerpos celestes como las estrellas y los planetas. Las dos grandes masas de agua estaban divididas en aguas superiores –caían a la Tierra en forma de lluvia- y las aguas inferiores –conformaban las aguas de los mares, ríos y océanos-. La Tierra por su parte se encuentra dividida en tres continentes: África situada en la zona inferior derecha, Asía a la que se corresponde la parte superior y Europa que se representa en la parte inferior de la izquierda. En el centro del mundo se sitúa la ciudad de Jerusalén por ser un lugar de tradición en el mundo cristiano y cada uno de los continentes se encuentra separado de los demás por ríos y mares internos como el Nilo que separa África y Asia o el Mar Egeo que hace lo propio con Europa y continente asiático.
La tradición cristiana ha identificado la división tradicional de la Tierra en tres continentes en referencia a los tres descendientes de Noé: Jafet según la tradición judeocristiana, sería el precursor de la raza indoeuropea, Cam el predecesor de los pueblos africanos y Sem de los pueblos asiáticos.