Fábrica Fagus, Walter Gropius y Adolf Meyer
La fábrica de hormas de zapatos Fagus fue construida por Walter Gropius y Adolf Meyer en Alfeld an der Leine, Alemania entre 1911 y 1925, la obra podría entenderse como una construcción industrial más y sin embargo supone un punto de inflexión en la historia de la arquitectura moderna.
El promotor de la fábrica Fagus Carl Benscheidt pensó en un primer momento en encargar el trabajo a Eduard Werner, no obstante Gropius le convenció de alejarse de los estereotipos tradicionales de construcción industrial y levantar un edificio que, además de funcional, resultaba estéticamente bello.
El proyecto de Gropius se fue llevando a cabo en diferentes etapas, en todas ellas el espacio iba poniéndose paulatinamente al servicio de las funciones que debía desempeñar. Siguiendo este esquema el alemán no pretendía enmascarar el interior de la fábrica con una galante fachada ni esconder el trabajo que allí se realizaba; más bien todo lo contrario. Gropius diseñó cada una de las partes de la planta según el trabajo que en ella se realizaría, quizás en este sentido la parte más llamativa es aquella construida entre 1911 y 1914, antes de la Primera Guerra mundial, y que se corresponde con el espacio ocupado por las oficinas.
Los arquitectos comprendieron la fábrica como un imponente edificio cuyo sistema de sustentación está basado en el interior del complejo, de esta manera se posibilita la descarga del muro y de las esquinas. En realidad la idea en sí no era demasiado novedosa, la misma solución se aplicó en la arquitectura gótica con la idea de abrir en el paramento enormes vitrales coloreados, sin embargo la novedad introducida por Gropius y su compañero fue que, mientras en el gótico el sistema de descarga volcaba el peso de la construcción hacia el exterior, en la fábrica Fagus se vuelca hacia el interior.
El edificio de las oficinas es un espacio dividido en tres plantas cuyos muros se han transformado en amplísimos ventanales y la cubierta es completamente adintelada. El esquema utilizado en esta parte de la fábrica se convirtió en uno de los paradigmas más repetidos en arquitectura moderna: ladrillo utilizado en estrechos pilares, acero enmarcando los vanos y uso de grandes ventanales de vidrio. Este es uno de los primeros ejemplos de muro cortina en la historia de la arquitectura moderna.
Además de la zona de las oficinas la fábrica se compone de otros dos edificios más: la zona de producción y la de almacén, ambos orientando su construcción a su utilidad. Los almacenes cuentan con cuatro plantas diferentes mientras que la zona de producción sólo tiene una. Además de estas tres parte principales, los arquitectos diseñaron otros pequeños edificios con distintas funciones.
Pese a la modernidad mostrada por Gropius y Meyer en los sistemas constructivos y su nueva concepción de arte industrial, la Fábrica Fagus no resultó lo bastante perdurable en el tiempo de hecho la construcción de acero se oxidó rápidamente y el aislamiento no resultaba suficiente.
La Fábrica Fagus obtiene gran influencia de la Fábrica de turbinas AEG de Berlín construida por Peter Behrens.