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Fábrica de turbinas AEG en Berlín

Publicado por A. Cerra

Histórica Fábrica de Turbinas AEG en Berlín

La variedad de tipos de edificios que se han convertido en referentes de la arquitectura contemporánea es amplísima. Aquí os hemos hablado en otras ocasiones de magníficas edificaciones que son bancos como la sede Shanghai Bank de Norman Foster, viviendas particulares como la Casa de la Cascada de Lloyd Wright, museos como el Guggenheim de Bilbao, laboratorios como los del Instituto Salk, edificios de oficinas como el Rockefeller Center, y otras muchas variedades. Pues bien, ahora os queremos hablar de tipo de construcción industrial.

Nos referimos a la Fábrica de turbinas AEG que construyó en Berlín el arquitecto Peter Behrens entre los años 1908 y 1909.

Cuando Behrens recibió el encargo, únicamente tenía que proyectar un gran nave que albergara los enormes puentes grúa necesarios para la fabricación de las turbinas de la marca. Pero el arquitecto optó por convertir la fábrica en un símbolo, en una imagen de la gran importancia que estaba adquiriendo AEG y también hacer un llamamiento al enorme valor social que tenía la producción industrial.

Así que planteó la Turbinenfabrik en dos cuerpos. Uno enorme de más de 200 metros de largo y una altura de 25. Un espacio enorme absolutamente diáfano. Una gigantesca nave de 26 metros de ancho cuya cubierta se sostiene gracias a una estructura de pórticos triarticulados con vigas de celosía. Sus soportes verticales además sirven para apoyar los carriles de los puentes-grúa. Un trabajo de arquitectura e ingeniería perfecto, capaz de combinar funcionalidad, economía y símbolo, en cuyo proyecto Behrens recurrió a la colaboración del ingeniero Karl Bernhard.

Pero la grandiosidad no se basa solo en las dimensiones de la fábrica, también se consigue con su aspecto externo. Inevitablemente se puede relacionar con una iglesia, y es algo que el arquitecto provocó a idea, ya que pretendía levantar un templo a la industria.

Sabiamente combina las técnicas y materiales del siglo XX, como el hormigón o las grandes superficies de vidrio, con otros elementos que evocan las formas del pasado. Por ejemplo, la fachada principal tiene su propio frontón con el nombre de la empresa, al mismo tiempo que la fachada lateral remite a los peristilos de los templos clásicos. Y además aquí creó una parte de la imagen que luego repitió en otros edificios de la marca. Y es que vemos como en las esquinas juega con bandas metálicas horizontales para darle un poco de dinamismo a la fachada. Pues bien, esas bandas las repetiría en otras construcciones posteriores de AEG.