Sony Center de Berlín
El Sony Center en la plaza berlinesa de Postdamer Platz es uno de los edificios vanguardistas que representan el presente más actual de la capital alemana. Cuando cayó el Muro en el año 1989, rápidamente la ciudad se preparó para convertirse en una gran capital de la Alemania unificada y también de la Europa de finales del siglo XX. Por ello se convocó a una pléyade de arquitectos de renombre internacional como Arata Isozaki, Rafael Moneo, Richard Rogers o Helmut Jahn para que levantaran sus edificios en este lugar de la ciudad, siguiendo las directrices del proyecto maestro diseñado por Renzo Piano, autor del Aeropuerto de Kansai en Osaka.
Fruto de aquella convocatoria es el Sony Center de Helmut Jahn, inaugurado en el año 2000. Este edificio en el que prima el vidrio, el acero y las curvas, alberga en su interior una plaza central cubierta por una más que llamativa carpa de cristal que apoya sorprendentemente sobre vigas de cristal, cuya colocación de forma radial recuerda la rueda de una bicicleta.
El edificio es muy hermoso durante el día cuando lo baña la luz natural, pero alcanza todo su esplendor durante la noche, cuando es iluminado por una colorida luminotecnia.
Se trata de una construcción de un claro carácter comercial, ya que aquí se congregan numerosos restaurantes, tiendas, un gran cine con diferentes salas de proyección, al que acompaña el Filmmuseum o Museo del Cine. Y por supuesto, aquí también se encuentra la sede central de la compañía Sony en Europa, aunque esta empresa vendió el edificio y ya no es la propietaria.
Por otra parte en el novedoso proyecto de Jahn, el arquitecto también fue capaz de integrar una parte del pasado de esta zona de Berlín. De este modo, dentro de la arquitectura rompedoramente contemporánea queda integrada la suntuosa Kaisersaal, que en realidad es la única sala que ha llegado hasta nuestros días del legendario Hotel Esplanade de antes de la Segunda Guerra Mundial. Una sala que ha sido reconvertida en un restaurante de lujo.
En definitiva, el objetivo del Sony Center y el resto de novedosas construcciones de Postdamer Platz como el DaimlerCity o el Beisheim Center, era cambiar radicalmente este punto destacado del entramado urbano berlinés y desde luego que lo han conseguido, ya que hay que tener en cuenta que desde 1961 hasta 1989, la presencia del Muro de Berlín que separaba la zona oriental de la occidental, convirtió a esta plaza en parte de la temida “franja de la muerte”. Es decir, se derribaron todos sus edificios y quedó como zona entre muros, en la que estaba terminantemente prohibido pasar. De hecho, los vigilantes tenían permiso para disparar a todo aquel que transitara por ahí. De todo ello, en la actualidad se pueden ver numerosos recuerdos en la Postdamer Platz.