La cúpula del Reichstag en Berlín
El edificio del Reichstag de la capital de Alemania es una construcción histórica pero estrechamente ligada con la actualidad. Para empezar porque ese edificio neoclásico inspirado en el arte del Renacimiento todavía hoy sigue en uso como sede del Parlamento alemán.
Pero además de esto, el edificio del Reichstag cuando iba a cumplir un siglo de historia fue renovado en profundidad. La obra inicial la diseñó el arquitecto Paul Wallot, quien la dio por concluida en 1894. Sin embargo, como decíamos unos 100 años después fue profundamente remozada. Algo que coincidió con un nuevo periodo en Alemania, ya que desde el año 1989 había caído el Muro y se habían reunificado las antiguas repúblicas del este y del oeste.
Pues bien, aquellas obras nos dejaron una de los logros más espectaculares de la larga trayectoria artística del arquitecto británico Norman Foster. Un creador cuyas obras se despliegan por todo el mundo y siempre son referencias para el arte contemporáneo, como es el caso de la sede del Shanghai Bank en Hong Kong o el Puente del Milenio de Londres. Y entre esas joyas arquitectónicas de la actualidad legadas por Foster también hay que situar la gran cúpula que genero en la parte más alta del Reichstag berlinés.
Realmente la cúpula transparente del Reichstag es el elemento más llamativo y simbólico de la intervención de Foster. Pero curiosamente este elemento no estaba en su propuesta inicial. Sin embargo la incorporó con el paso del tiempo, tras ganar el concurso internacional de remodelar el edificio. Un proceso que ciertamente se dilató durante toda la década de los 90 del pasado siglo XX. Y que incluso antes de que se llevara a cabo, hizo que el propio Reichstag se convirtiera en un gigantesco objeto de arte, cuando fue envuelto por el peculiar concepto artístico de Christo.
El caso es que finalmente se construyó esta cúpula que posee un diámetro de 40 metros y que se sitúa sobre un tejado a unos 24 metros de altura. Ya en el proyecto original de Wallot del siglo XIX se concebía una cúpula, que incluso se iba a construir a mayor altura que la de Foster, cuyo cenit alcanza los 47 metros. No obstante, en ese momento nadie hubiera pensado en una cúpula transparente como la que se ve actualmente.
Una cúpula basada en una estructura de nervios y anillos de acero para sustentar una superficie acristalada de 3.000 metros cuadrados. Si su presencia ya es impactante en el corazón del edificio neorrenacentista, su verdadera magia se comprende cuando uno se mete literalmente dentro de la cúpula, ya que es transitable por medio de rampas.
De hecho, hay radica su simbolismo, ya que la cúpula se sitúa sobre el salón de plenos del Parlamento alemán, y se puede recorrer con los políticos dentro. De esta manera, ellos quedan por debajo del pueblo llano. Quedan como vigilados por la gente normal para que hagan bien la labor para la que han sido elegidos.