El Rockefeller Center
El Rockefeller Center en el corazón de la isla de Manhattan, en Nueva York, incluye uno de los grandes rascacielos históricos de la Gran Manzana, pero sobre todo es uno de los complejos arquitectónicos más espectaculares de toda la ciudad.
En total, el Rockefeller Center se desarrolla a lo largo de unos 90.000 metros cuadrados de superficie, en los que se abren varias plazas y hasta 19 edificios, 14 de los cuales construidos durante una primera fase que duró desde 1930 hasta 1937. Todos estos inmuebles están levantados siguiendo las formas de la arquitectura Art Decó, mientras que en los años 60 y 70 del pasado siglo XX se añadieron otras cinco torres ya construidas en el estilo internacional de aquel momento.
Pese a esos añadidos, la construcción más alta sigue siendo el Edificio de General Electric, que se desarrolla a lo largo de 70 plantas hasta alcanzar los 266 metros de altura. Allí arriba hay un mirador que es uno de los que ofrece mejores vistas sobre Manhattan, pese a que la altura de este edificio es inferior a la de otras torres contemporáneas como el Empire State Building o el Edificio Chrysler. Estos dos más la Torre de General Electric son la triada más famosa de rascacielos neoyorquinos.
Todo el conjunto del Rockefeller Center o Plaza lo promovió el todopoderoso magnate petrolífero John D. Rockefeller, si bien él moriría antes de verlo acabado, ya que sería su hijo quién en 1937 lo dio por acabado, si bien se incorporaron elementos con posterioridad. Durante prácticamente todo ese tiempo el arquitecto principal de todas esas obras fue Raymond Hood, aunque con él trabajaron estrechamente varias firmas de arquitectos, ya que las dimensiones del proyecto hacía imposible que todo recayera únicamente en una cabeza.
El objetivo, por un lado era crear un distrito financiero que compitiera con el cercano Wall Street, pero sobre todo se pretendía crear una “ciudad dentro de la ciudad”, donde no faltaban las oficinas, los centros comerciales, y los espacios de ocio. Así sigue siendo en la actualidad, ya que además de las oficinas de grandes compañías estadounidenses e internacionales, el Rockefeller Center es famoso por albergar en sus zonas más bajas algunos de los negocios más lujosos del mundo, además de poseer reclamos culturales y populares extraordinariamente famosos, como el teatro del Radio City Music Hall o la famosa pista de patinaje de hielo que se instala allí todos los inviernos.