Sony Building de Tokio
Sony Building de Tokio
La empresa japonesa de tecnología Sony se ha caracterizado en las últimas décadas por la construcción de magníficos edificios de arquitectura contemporánea para albergar sus sedes en diferentes ciudades del mundo. Hay ejemplos de ello en Nueva York (Estados Unidos), Toronto (Canadá) o en Berlín (Alemania). Y por supuesto ha tenido una política semejante en Japón, su país de origen.
Y especialmente en la capital nipona, Tokio. Ahí construyó en 1966 una de las grandes representaciones del llamado estilo arquitectónico postmodernista. Se trataba del Sony Building ubicado en el dinámico distrito de Ginza.
Fue una obra proyectada por el arquitecto Yoshinobu Ashihara, la cual tenía un par de características definitorias. Por un lado, que sus diferentes plantas se convertían prácticamente en un espacio continuo de exposición y de venta. Para ello ideó suelos a 27 alturas distintas y todo parece girar como en una espiral y ascender como en una escalera.
Y la segunda característica especial del Sony Building es una creación de una especie de plaza en calle, o más bien en el cruce de esas calles. De hecho en su momento hasta el arquitecto hablaba de ese ámbito urbano como la Plaza Sony y lo ideaba como un espacio abierto aprovechable para la promoción de la marca o la celebración de determinados eventos.
Una actitud respecto al urbanismo no demasiado habitual en una ciudad como Tokio donde los edificios aprovechan hasta el último centímetro cuadrado posible. No obstante, hay que decir que esa vocación de abrirse a visitante también la tiene la firma tecnológica en otras de sus sedes, como por ejemplo en el Sony Center de Berlín.
En definitiva, que el Sony Building conformaba un estupendo ejemplo de la arquitectura de posguerra que modernizó Japón. Sin embargo, en fechas muy recientes, en 2017, el edificio se ha demolido. Lo cual tampoco es nada extraño en Tokio, donde la vorágine de derribos y reconstrucciones es continua. No obstante hay que decir que Sony en este caso ha hecho una apuesta diferente.
Sony Park
Es cierto que tiene proyectado un nuevo edificio y que se comenzara a construir en breve, supuestamente adaptándose a la nueva arquitectura e incluso avanzando tendencias de futuro, como es seña de identidad de la empresa. Pero entre el derrumbe del viejo monumento y la construcción del nuevo, ha querido que pasar unos años y reconvirtió el céntrico y valorado solar en un espacio público ajardinado y de relax. El Sony Park. Una apuesta muy atrevida, pero que los tokiotas han agradecido y que también a la empresa le ha servido de escaparate promocional durante este tiempo. En definitiva, que este es un ejemplo de cómo arquitectura, urbanismo, economía, tecnología y marketing van de la mano en pleno siglo XXI.
