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Los jugadores de naipes, Paul Cezanne

Publicado por Laura Prieto Fernández

Los jugadores de naipes es una obra realizada por el pintor postimpresionista Paul Cezanne entre 1894 y 1895 en óleo sobre lienzo. Cezanne (1839-1906) es uno de los padres de la pintura moderna y precursor del estilo cubista.

Esta obra de tipo costumbrista, representa una acción cotidiana, es la última de una serie de cuadros- cinco- y dibujos preparatorios que el artista realizó con este mismo tema. Esta serie datarían de la década de los noventa y, a pesar de que éste sea el más pequeño de todos ellos es el que ofrece mayor calidad artística.

La temática no es nueva en absoluto, las partidas de naipes habían sido representadas desde el Renacimiento y con mayor frecuencia desde el siglo XVII. Es posible que Cezanne encontrara la inspiración para realizar sus obras en los cuadros de Caravaggio, Chardin o los hermanos Le Nain, los cuales tratan la temática de los naipes. También la influencia de los impresionistas y la estampa japonesa es apreciable en el tratamiento espacial y la pincelada suelta, así como el realismo de artistas como Daumier.

La escena se desarrolla en el interior de una taberna donde dos personajes dispuestos de perfil se entretienen ensimismados jugando a las cartas. Los jugadores se han identificado como campesinos de la Provenza en una escena cotidiana de ahí, su clasificación como costumbrista. Los personajes ajenos al espectador siguen con su partida de cartas, aparecen serios y pensativos; uno de ellos, el que aparece fumando, tiene una postura más relajada por lo que estaría ganando, mientras el otro jugador se dispone a hacer su jugada. Ambos aparecen ataviados con elegantes ropas, sombrero y bigote. Los hombres se apoyan en una pequeña mesa de madera cubierta por un mantel, sobre ella una estilizada botella da paso a la cristalera de la taberna.

Es la botella sobre la mesa quien divide el cuadro en un eje simétrico quedando cada jugador con sus cartas a cada lado. La luz se refleja en la botella y realza los objetos pintados de blanco, el fondo, ya de por sí abocetado, aparece en penumbra centrando la atención de espectador en la mesa de juego.

El artista no busca plasmar el movimiento, de hecho parece que los jugadores se hayan congelado para siempre en esta eterna partida. La composición del cuadro se realiza a base de líneas verticales, que se marcan en los jugadores y la botella, y en horizontales realzadas en la cristalera del fondo y la mesa.

La paleta cromática es pobre y la pincelada suelta y abocetada remitiendo a la técnica impresionista del non finito. Y es que en la obra de Cezanne el protagonismo se consigue a través de formas geométricas simples. Para Cezanne cualquier objeto podía ser reducido a elementos geométricos, él mismo afirmó que todo en la naturaleza se modela según la esfera, el cono y el cilindro. Así los hombres remiten a formas cilíndricas al igual que el sombrero del fumador, la mesa es un cubo y la botella un nuevo cilindro. La geometrización de sus pinturas hizo que Cezanne fuera el principal precursor del estilo cubista y una fuerte influencia para los artistas que profesaron esta tendencia como Picasso o Braque.