Ángel de la Independencia de Ciudad de México
Este monumento es una representación conmemorativa de la Independencia de México. Y si bien aquel acontecimiento histórico tuvo lugar en 1921, lo cierto es que el monumento es muy posterior ya que no se inauguró hasta el año 1910, siendo presidente el General Porfirio Díaz. Y este retraso entre unas fechas y otras se debe a diferentes causas, ya que siempre hubo intención de construir un monumento sobre este trascendental episodio, pero problemas económicos, cambios políticos e incluso problemas constructivos retrasaron durante años la obra.
De hecho, inicialmente se iba a levantar en la Plaza de Armas de Ciudad de México, conocida como el Zócalo. Pero cuando en 1843 se comenzó su construcción, tras un segundo proyecto, las obras no pasaron del pedestal, del zócalo, y de ahí la actual denominación de esa enorme plaza, quizás la más emblemática de la capital mexicana.
Así que años después la idea se trasladó al actual emplazamiento. Y allí se creó una enorme columna, que recuerda los monumentos romanos como la Columna de Trajano. Pero en este caso, en la parte superior hay una escultura de bronce que es una figura de Victoria Alada con una corona de laurel y una cadena rota simbolizando la independencia. Esta figura se conoce popularmente como Ángel de la Independencia. Por cierto, la escultura no es la original, sino una réplica que se debió hacer para sustituir a la anterior que cayó tras un terremoto en 1957.
Hemos mencionado a la Columna Trajana, pero esa referencia solo vale en cuanto al propósito conmemorativo, ya que aquí no hay una tira con relieves. E incluso se hizo una columna de un orden muy peculiar, ya que se trata de un capitel formado por cuatro águilas cuyas alas extendidas se funde con las volutas y hojas de acanto propias de los órdenes clásicos.
En el resto del fuste de la columna si hay relieves, pero se trata de una serie de guirnaldas, medallones e inscripciones que tienen un claro carácter conmemorativo, honrando a los héroes de la independencia.
Algo que también ocurre en el pedestal, donde hay varios grupos escultóricos, que de nuevo son recuerdos de los acontecimientos de la independencia de México. Y no solo eso, sino que ese pedestal se transformó entre los años 1923 y 1925 en un mausoleo para albergar los restos de algunos héroes que acabaron con el Virreinato.
En definitiva, estamos ante un importante conjunto artístico que reúne en sí cuestiones arquitectónicas, urbanísticas, escultóricas e históricas. Un conjunto en cuya materialización intervinieron muchos estamentos y personalidades, pero podemos resumir que los más destacados fueron Antonio Rivas Mercado como encargado general del proyecto, Roberto Gayol como encargado de la obra constructiva y el italiano Enrico Alciati como encargado de realizar toda la labor escultórica.