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Ciudad de Tihuanaco

Publicado por A. Cerra
Yacimiento Tihuanaco

Yacimiento Tihuanaco

El yacimiento arqueológico de la ciudad de Tihuanaco, situado en el altiplano de Bolivia, es un gran enigma, y al mismo tiempo un paraíso para los amantes de la arqueología, la historia y el arte de carácter precolombino.

Lamentablemente, se trata de un lugar que durante décadas ha sido objeto de diferentes excavaciones y muchas de ellas se han llevado a cabo sin unos criterios excesivamente serios ni científicos, cuando no se ha tratado de un continuo expolio realizado durante unos cinco siglos. Por eso, la ciudad de Tihuanaco es un verdadero reto de interpretación para los arqueólogos e historiadores.

Y al tratarse del mayor yacimiento arqueológico de la época, ha servido para denominar a la llamada cultura tihuanacota, que según algunos investigadores tendría origen en el Periodo Formativo de la cultura de Chavín de Huántar. Aunque según otros estudiosos estaría más vinculada con otras culturas del sur de Perú.

En sí misma la ciudad de Tihuanaco se ha catalogada como un inmenso observatorio astronómico. Algo que se confirmaría si se traduce del dialecto aymara el primitivo nombre de la ciudad que se ría Taypicala, lo cual en esa lengua significa literalmente “la piedra en el centro”, y de hecho para sus constructores este lugar sería el centro del universo.

Se trata de una ciudad construida a nada más y nada menos que 3825 metros de altitud, al sur del río Tihuanaco y al sudeste de la región del lago Titicaca, hoy perteneciente al departamento de la capital de Bolivia, La Paz.

Su fundación se estima que fue anterior al año 400 y se trataría de un lugar habitado y vigente hasta la llegada de los españoles a estos territorios.

La interpretación de los restos arqueológicos y artísticos hace pensar que al frente de la urbe habría una casta sacerdotal que poseía amplios conocimientos matemáticos y astronómicos, útiles sobre todo para la práctica de la agricultura. Y esos conocimientos también se manifiestan en varias construcciones de la ciudad, especialmente en las llamadas Puerta del Sol y Puerta de la Luna.

Además de su impresionante arquitectura, la ciudad de Tihuanaco es famosa por sus complejas técnicas de metalurgia y cerámica. Los tihuanacotas eran expertos en la fabricación de herramientas y objetos de bronce, cobre y oro. Los objetos de cerámica, por su parte, destacan por su fina elaboración y por la variedad de formas y diseños, muchos de los cuales representan a deidades y seres mitológicos.

Otro dato importante respecto a esta ciudad de Tihuanaco es que se sabe que fueron el primer pueblo andino que inició una política de expansión de colonos, tanto hacia la zona de costa como hacia la selva y los actuales valles peruanos, lugares a los que exportaron sus complejos sistemas de regadío, a base canales y presas. Y esa presencia también se puede confirmar por la aparición de su cerámica representativa en puntos bastantes alejados de la ciudad.

En definitiva, la cultura tihuanacota alcanzó un alto grado de nivel de vida, lo que confirman varios edificios de la ciudad como su templo semisubterráneo, la Kabayasa o Palacio de Justicia, o los monumentales monolitos tallados como él que se observa en la fotografía. Sin embargo, nunca poseyó un alto poderío militar. Lo que significó que hacia el año 800, la ciudad entrará en declive y los habitantes principalmente se desplazaran hacia la ciudad de Huari, en el actual territorio de Perú.

En el contexto de la arqueología andina, Tihuanaco es un sitio de gran relevancia no solo por su antigüedad y por su extensión, sino también por la riqueza y diversidad de los hallazgos realizados. A pesar de los saqueos y destrucciones, la ciudad sigue ofreciendo valiosas pistas sobre la vida y la cultura de sus antiguos habitantes. Los estudios recientes sugieren que Tihuanaco fue un importante centro ceremonial y político, así como un nexo de unión entre diferentes regiones y culturas de los Andes. Aunque aún quedan muchos misterios por desvelar, cada nueva excavación nos acerca un poco más a la comprensión de esta fascinante civilización precolombina.