Catedral Beauvais
La Catedral de Beauvais levantada bajo la advocación de San Pedro, es uno de los ejemplos más extremistas de la arquitectura gótica y aunque en la actualidad, la construcción se ha visto ensombrecida por otras catedral más destacadas de su periferia como la de Amians, la ambición con la que Beauvais fue llevada hasta límites insospechados.
En este contexto debemos destacar como las catedrales góticas representaban el espíritu de una sociedad cada vez más urbanizada, si el románico había sido el arte representativo del medievo durante algún tiempo, a partir del siglo XII las ciudades apostaron por levantar enormes catedrales de estilo gótico de manera que el románico quedaría relegado al ámbito rural. La catedral gótico con su luz y su altura representaba la espiritualidad divina pero además algo mucho más terrenal, las ciudades comenzaron una verdadera carrera constructiva por tratar de conseguir la catedral más bella y sobretodo más alta como símbolo de su poder.
De esta manera podemos entender el afán de Beauvais por levantar la catedral más alta del Norte de Francia. La ciudad, se había convertido en un importante foco económico a lo largo del siglo XII y en el siglo siguiente el obispo de Beauvais decidió levantar la que se pretendía que fuese la catedral más grande y alta de Europa. Tras esta decisión se ha podido observar cierta trama política y es que en esta época Francia se encontraba dividida en dos facciones: una que apoyaba al monarca Luis VIII y otra facción liderada por algunos de los nobles más poderosos de Francia que contaban con el apoyo de buena parte de la Iglesia; parece ser que Milón de Nantueil pretendió mostrar su poder al monarca con esta edificación.
La catedral se levantó sobre los restos de una antigua iglesia de época carolingia de los que aún se conservan algunas trazas. En origen el proyecto planteaba un edificio con planta de cruz latina, cinco naves, crucero marcado en planta y cabecera muy desarrollada que albergase en su interior tanto capillas radiales como el coro. Los planes nunca llegaron a completarse y de la imponente catedral tan sólo se levantó el coro y el ábside que hoy se une a los restos de una construcción de época románica completando el conjunto como si se tratase de un todo unificado.
Pese a su estado inconcluso la obra es espectacular y la altura del coro supera a cualquier catedral europea, con sus cuarenta y ocho metros de altura este pudo ser uno de los principales problemas constructivos de Beauvais, el hecho de que la catedral esté inconclusa se debe a que en repetidas ocasiones esta zona se vino abajo seguramente debido a un sistema de soportes poco estable que debía de soportar demasiado peso. El paramento diáfano seguía los parámetros del estilo gótico radiante es decir, el vaciado del muro en sustitución por grandes vidrieras de colores, lo cual tampoco ayudó a sustentar el elevado peso de la cubierta y finalmente se hubo de desistir en su construcción.